EL DIPUTADO

Una entrevista a tres páginas, el pasado domingo, en este periódico, me hizo recordar que en las últimas elecciones generales, el ahora diputado del PP por León, Alfredo Prada, encabezó la lista electoral de su partido.

EL DIPUTADO
 
Una entrevista a tres páginas, el pasado domingo, en este periódico, me hizo recordar que en las últimas elecciones generales, el ahora diputado del PP por León, Alfredo Prada, encabezó la lista electoral de su partido. Confieso que me cuesta  recordar los nombres de los cargos electos que representan en Madrid a nuestra provincia, como me cuesta poner nombre y cara a la mayoría de los concejales del ayuntamiento de León. Nunca votaré una lista electoral si tengo fundadas sospechas de que el candidato deja de vivir en la circunscripción por la que se presenta, por eso cuando me topé con la entrevista a Alfredo Prada, antes de entrar en el contenido, me vinieron a la mente otras muchas reflexiones. Porque no me consta que el diputado Prada se recorra los pueblos de la provincia, que asista a invitaciones de los alcaldes, que se tome vinos por el barrio húmedo y hable con la gente, que haga compras por Ordoño II o que se reúna con las asociaciones y colectivos sociales de esta ciudad y esta provincia. Es más, hasta la entrevista que le ha hecho el director de este periódico ha sido en la calle Génova de Madrid, que hay que ser torpe políticamente para permitirlo, con la ocasión que hubiera tenido para que le hicieran las fotos frente a Guzmán y pareciera que al menos en Navidades está por su tierra.
 
Es posible que los intereses de León se defiendan mejor estando cerca del poder, al lado de las cúpulas del partido o del gobierno. No lo dudo, pero para defender algo primero hay que conocerlo y creer en ello, y para conocer los problemas de los leoneses hay que empezar por ser leonés y vivir entre nosotros. Porque de no ser así, tampoco tendría sentido, por innecesario, que la presidenta provincial de su partido y a la vez de la Diputación, Isabel Carrasco, se multiplique cada día en actos por toda la geografía, en recibir a colectivos y en estar a disposición, que me consta que lo está, de los alcaldes y pedáneos de toda la provincia. En un mundo cada vez más globalizado, hay que valorar la cercanía.
 
Artículo de opinión de José Antonio Turrado publicado en La Nueva Crónica del viernes 3 de enero de 2014