Los cargos electos de ayuntamientos y juntas vecinales que tomarán posesión de sus cargos mañana sábado deben de gobernar para todos. Gobernar para todos es no poner por delante los intereses personales, que a veces los hay, y si hay que ponerlos que al menos sean legítimos. Gobernar para todos es tratar a todos los núcleos de población, cuando como es habitual hay más de uno, sin discriminación alguna. Y gobernar para todos es tomar decisiones con las que nadie pueda sentirse perjudicado debido a su ideología política. Siempre hay que gobernar para todos, pero con más motivo cuando se trata de núcleos de escasa población, que a veces son los más divididos o donde más se notan las divisiones y los enfrentamientos.  En estas elecciones, quizás más que en otras, se han puesto de manifiesto enfrentamientos vecinales en los que el objetivo ha estado marcado en un colectivo como es el de los agricultores y ganaderos. Con un censo cada vez más pequeño de gente que vive del campo, en muchos pueblos hay corrientes organizadas para quitarle las tierras a quién las trabaja, para quitarle los pastos a quién los aprovecha con sus rebaños, y todo para dárselo al mejor postor que llegue de fuera, sin miramiento alguno. En otros casos, el destino de lo que se le quita al agricultor y ganadero de siempre es dárselo a los fondos de inversión para que pongan placas fotovoltaicas, es dárselo a quién más pague como si en la vida todo se pudiera comprar y vender, como si ya no quedase nadie en la vida pública dispuesto a defender principios y valores por encima del dinero. Los concejales y alcaldes tendrán motivos para considerarse importantes cuando les llamen a todas horas para elegir a los diputados provinciales, pero vivirán la experiencia de que nadie se va a acordar ni ocupar de ellos al día siguiente de emitir el voto, y por supuesto, a los de las juntas vecinales, ni les van a poner cara. Los partidos políticos no prestan la atención debida a quienes ejercen cargos locales con mucho sacrificio y casi siempre sin sueldo.

*Artículo de opinión de José Antonio Turrado publicado en La Nueva Crónica del viernes 16 de junio de 2023.