En la reseña que hizo Moncloa del Consejo de Ministros del 11 de febrero de 2020 se informaba de la aprobación de un Real Decreto por el que se establecen normas básicas de ordenación de las granjas porcinas. Añado de mí pluma y letra que estas son las granjas prototipo de una ganadería intensiva, de una ganadería de esas que el ministro Garzón quiere erradicar de la faz de la tierra. Dice la reseña que supone una profunda revisión de la normativa vigente (la que aprobó el PP en el año 2000), y que tiene como objetivo adaptarla a los nuevos retos de la producción porcina en materia de sanidad, medio ambiente y bienestar animal. Una actualización que se ha abordado en estrecha colaboración con el sector, las comunidades autónomas y la sociedad civil en su conjunto, continúa explicando la nota. Dice Moncloa en la nota que una de las novedades es reforzar los requisitos en materia de sanidad animal y bioseguridad en las granjas con el fin de mantener un estatus sanitario adecuado en las mismas, y adoptar compromisos en materia de medio ambiente relacionados con la protección del agua, el aire, los suelos y la lucha contra el cambio climático. Nos informa Moncloa que para asegurar el cumplimiento y aplicación homogénea de la norma se creará una Mesa de ordenación de los sectores ganaderos, en la que participarán las comunidades autónomas, el ministerio de Agricultura y el ministerio de la Transición Ecológica. La publicación de este  Real Decreto, dice Moncloa, permitirá establecer las bases para el desarrollo ordenado de la actividad de este sector en los próximos años, integrando los principales retos a los que se enfrenta el sector, y que definirán en gran medida su posición competitiva en los mercados mundiales como ante la sociedad. Aquí termino el entrecomillado con el alivio de que este artículo de opinión me lo ha hecho Moncloa, y solo me queda preguntar si nadie le dio un codazo al ministro Garzón al quedarse dormido cuando se debatía y aprobaba este texto. Increíble que cuestione un sector que se rige por una norma aprobada en un Consejo de Ministros del que formó parte.
*Artículo de opinión de José Antonio Turrado publicado en La Nueva Crónica del viernes 21 de enero de 2022