Digo que es el momento del ahorro porque, por  fin, los bancos están dando una respuesta a sus clientes para remunerar sus ahorros, para compensar ese dinero que hasta ahora tenían gratis y después cobran a otros clientes a los que se lo prestan aplicando unos tipos de interés abultados. Pero no solo tenían el dinero gratis, además cobraban  y cobran las correspondientes comisiones por todo o por casi todo, y en algunos momentos del pasado año se llegó a cobra también por el propio depósito del ahorro. Fueron malos tiempos para los ahorradores, pero hay que decir que fueron buenos para los inversores que necesitaban crédito y que, cuando ha habido garantías suficientes, lo han conseguido a tipos de interés muy asequibles, en condiciones muy favorables. Desde hace unos meses negociar un crédito es mirar  para otro lado y, si de vedad lo necesitas, aceptar lo que el banco te pone delante, aceptar unos tipos de interés elevados que hacía años que no se recordaban. Ahora, cuando parece que el Banco Central Europeo ya no presta dinero gratuito al sistema, y  los préstamo que se hacen los bancos entre sí soportan altos intereses, es cuando la banca minorista se acuerda de sus clientes, de sus clientes ahorradores de toda la vida, y se muestra dispuesta a pagarle por utilizar su dinero para dejárselo a otros.  Esto es lo lógico del sistema bancario, lo que siempre ha ocurrido, la intermediación entre el que lo tiene y el que lo necesita cobrando por el servicio prestado y aspirando a un legítimo margen de beneficio. De lo que se trata ahora es de que la libre competencia funcione, de que la banca sea eficiente, y por lo tanto pueda defender el negocio reduciendo el diferencial entre lo que razonablemente debe de cobrar al inversor, y lo que debe de remunerar los depósitos de los ahorradores. No sé en qué quedará esto, pero de entrada el que tiene dinero, aunque no sea mucho, ya tiene ganando el saludo del director del banco y algo más, y no le enseñan la puerta de salida como hace meses, cuando no se ruborizaban en mandarlos a la competencia.

*Artículo de opinión de José Antonio Turrado publicado en  La Nueva Crónica del viernes 3 de marzo de 2023