NADA BUENO PUEDE ESPERAR LEON DEL PLAN LÁCTEO DEL GOBIERNO

Tenemos en León aproximadamente unas 1.200 ganaderías de vacuno de leche, repartidas mayoritariamente, sobre todo en cuanto a censos de ganado se refiere, en la mitad sur de la provincia, particularmente en la ribera del Esla.

opinión

NADA BUENO PUEDE ESPERAR LEON

DEL PLAN LACTEO DEL GOBIERNO

Tenemos en León aproximadamente unas 1.200 ganaderías de vacuno de leche, repartidas mayoritariamente, sobre todo en cuanto a censos de ganado se refiere, en la mitad sur de la provincia, particularmente en la ribera del Esla. No son las 16.000 del año 1986, ni las 4.000 de hace unos pocos años, son las 1.200 antes mencionadas y bajando. Nuestra cuota lechera, es decir, la cantidad de leche que oficial y legalmente podemos producir, anda por los 225 millones de litros al año, lo que se traduce en una media de 187 toneladas de cupo por explotación, ligeramente superior a la media nacional y sensiblemente inferior a la media de Castilla y León. Estableciendo una media ponderada de 8.000 litros por vaca y año, para producir nuestra cuota se necesitan menos de 30.000 vacas, y la media de hembras en lactación por explotación se sitúa en 24. Insisto en el dato: nuestro ganaderos tienen de media 187 toneladas de cuota, y con un razonable manejo, genética y alimentación, con 24 vacas en producción se cubre dicha cuota.

El ministerio de Agricultura tiene encima de la mesa un programa de reestructuración del sector lácteo. ASAJA lo ha criticado, pues no coincidimos ni en la filosofía del mismo, ni en parte de los diagnóstico, ni en las medidas que se pretenden poner en marcha. No quiero aquí detenerme en analizar cada una de las medidas, tan solo quiero reflexionar sobre el tipo de explotación que quiere potencial el Gobierno, y las consecuencias de ello para nuestra provincia.

El ministerio de Agricultura habla en su documento de potenciar los apoyos a las explotaciones con cuota inferior a 177.000 kilos. Se supone que los de más cuota son los ricos, por lo que poco pueden esperar del Gobierno, y casi hay que dar las gracias si no nos aplican impuestos especiales por haber crecido por encima de los estándares oficiales. Según esto, más de la mitad de las explotaciones de leche de León no entran dentro de los planes de Agricultura. Se trata de las explotaciones con más posibilidades de ser viables y competitivas en un mercado cada vez más abierto, de las explotaciones a las que nadie les ha regalado nada sino que lo que tienen es a base de esfuerzo y riesgo empresarial, de explotaciones que generan riqueza y empleo en el medio rural. A estos ganaderos, el Gobierno no les va a dar apoyos, no les va a dejar crecer al no poder acceder como hasta ahora al mercado privado de cuotas, verán reducido su patrimonio, y cada año que pase en esta situación serán menos competitivos en el conjunto del mercado interior y particularmente en el de la Unión Europea.

La otra mitad de ganaderos que sí están dentro de los objetivos de apoyo del Gobierno, mucho me temo que muchos van a renunciar a dicho apoyo. Porque el ganadero de pequeñas explotaciones no siempre quiere o puede crecer. Unas veces, las más, por la edad avanzada, del titular; otras por no querer asumir compromisos a cinco o más años; y otras por no tener capacidad para asumir las costosas inversiones que supone aumentar una explotación. Tampoco podrían aumentar su explotación estos ganaderos, la mayoría con granjas en casco urbano, con la nueva Ley que prepara el Gobierno regional.

Desde ASAJA no entendemos que la política del Gobierno sea potenciar explotaciones de 25 vacas de leche, de las que pastan bucólicamente en los prados, que tienen esclavizado al ganadero los 365 días del año, y que no permiten llevarse a la cuenta del banco tan siquiera lo que sería un salario mínimo interprofesional. La postura de ASAJA para el ganadero de menos de 25 vacas es darle muchas facilidades si puede y quiere crecer, ayudarle a reestructurar su explotación si quiere dedicarse a otra cosa, y conseguirle una indemnización y jubilación anticipada digna si es de avanzada edad como son la mayoría de estos ganaderos.

Con un cupo de leche en la provincia de 225.000 toneladas, y sin posibilidad alguna de aumentarlo, el plan de reconversión del sector que necesitamos es el que de forma ordenada permita el abandono de otros 700 ganaderos en no más de 4 años, con lo que quedarían unos 500 profesionales con una media de 450.000 kilos de cuota. Para quien se rasgue las vestiduras con lo que digo, le aclaro que serían explotaciones de una media de 60 vacas, y que bien gestionadas pueden permitir vivir dignamente del sector, pero a buen seguro no le permitirá hacerse rico ni especular con los excedentes de tesorería en el mercado inmobiliario.

Y por último, la intervención que ASAJA quiere del Gobierno es en el mercado de la leche para que el ganadero tenga una seguridad a medio plazo de precios razonables, evitando que en la correlación de fuerzas la balanza se incline siempre del lado de las todopoderosas y bien dimensionadas industrias lecheras. El precio de la leche sí que es un problema, y quizás más para los pequeños que para los grandes, pero al parecer para esto no está el Gobierno.

León, 7 de abril de 2005.

José Antonio Turrado Fernández.

Secretario General de ASAJA de León.