No es el momento de sacar a relucir presuntos aciertos del partido político Vox, cuando media España lamenta cómo se le ha ido de las manos el gobierno del país a la opción política más votada culpando de ello a una formación que ha asustado a gran parte del electorado con sus planteamientos radicales de extrema derecha. Pero no es mi deseo entrar en tantas profundidades analizando lo que ha pasado para que, contra todo pronóstico, sigan gobernando los mismos, sino valorar una de las primeras decisiones controvertidas que tomó Vox nada más entrar en el gobierno de coalición de Castilla y León, y me refiero a la de cambiar el día no laborable que se celebra como motivo de la fiesta de la comunidad  autónoma. Yo creo que entre festejar un veinticuatro de abril, recién pasada la Semana Santa, y hacerlo un veinticinco de julio con días más largos y un clima estupendo para el ocio, para la mayoría de los trabajadores no hay color. Y si estos festivos sirven para movilizar la economía de ciertas zonas turísticas o ciertos negocios orientados al ocio, sinceramente creo que mucho mejor julio que abril, y la prueba la tuvimos el pasado martes. Otra cosa distinta es que el cambio vaya en contra de lo que persiguen quienes  se empeñan en inculcarnos un sentimiento de comunidad que no acaba de fraguar y menos entre los leoneses, o que el cambio persiga tener en toda España un día festivo, respetado por todos los territorios, en el que se ensalcen unos valores patrios que ni tenemos ni vamos a tener unos españoles que renegamos de nuestra bandera y de nuestro himno. Unas décadas atrás muchos leoneses habrían aprovechado el día festivo para ayudar a los familiares a recoger la hierba, el cereal o cualquier otra labor de las muchas que había en el campo y para las que se necesitaba tanta mano de obra, pero en estos tiempo que corren, la válvula de escape fue a las playas de Asturias, que para nada es un mal destino. Nada nuevo, porque desde los orígenes de la autonomía el veintitrés de abril muchos lo celebraban en Asturias comprando en Ikea.
*Artículo de opinión de José Antonio Turrado publicado en La Nueva Crónica del viernes 28 de julio de 2023.