El pasado fin de semana fallecía el periodista leonés de La Bañeza Antonio Nuñez. Fue una premonición que hace no tanto me pasara por la mente que no sabía nada de él desde hace años, supongo que desde el día en que en una situación de casi prejubilación, pienso que de las que se pactan entre empresa y trabajador, preparó un reportaje agrario en  pleno verano y me llamó para ayudarle a orientarlo. Lo hicimos en mí casa, la primera y última vez que un periodista ha estado en mí casa, y al terminar le acompañé a la suya  en Villacedré – primera y última vez que he estado en la casa de un periodista-, donde nos tomamos las últimas cervezas sentados en la terraza. La primera vez que le conocí fue en mil novecientos ochenta y seis cuando llamé al periódico para valorar cierta información sobre el cultivo del lúpulo y me acerqué a la redacción para contarlo en persona, y recuerdo perfectamente esa entrevista en la que miraba por encima de las gafas mientras escribía en la Oliveti y sostenía la pipa de fumar. La noticia era un plan de reconversión del lúpulo coincidente con nuestra reciente incorporación a la entonces Comunidad Económica Europea, reconversión que empezó entonces y que ha reducido considerablemente la importancia del cultivo en la provincia. Tengo que agradecerle que desde su capacidad de influir como periodista mirara con buenos ojos la agricultura y la ganadería y no escatimara un buen titular cuando de verdad lo había, ni escatimara una portada que con frecuencia negociaba con el director del medio. Siempre te pedía ponerle cifras a la noticia, lo que en nuestro caso significaba cuantificar en hectáreas, en toneladas, en litros si se trataba de leche, en número de agricultores, en millones de pesetas o de euros, y con cuatro datos que le dieras era capaz  de  llenar tanto espacio como le dejaran. Aquel día hablamos de  la Diputación, que era algo que le atraía especialmente, hablamos de la historia reciente del sindicalismo agrario en la que el no podía evitar citar a Gerardo García Machado y hablamos de la crisis de la agricultura y la minería. Descanse en paz.
* Artículo de opinión de José Antonio Turrado publicado en La Nueva Crónica del viernes 4 de septiembre de 2020.