En la comparecencia del Consejero de Agricultura y Ganadería en las Cortes de Castilla y León para presentar los presupuestos de su departamento para el año 2022, anunció una bonificación del cien por cien en el impuesto de trasmisiones patrimoniales que se aplica en el arrendamiento de fincas rústicas. Esta mejora fiscal no va a suponer un gran ahorro para los afectados, pero es un buen gesto, y debería de servir para que se documente más y  mejor la relación contractual entre arrendadores y arrendatarios de tierras. Las sucesivas leyes de Arrendamientos Rústicos han dado igual validez al contrato verbal que al contrato escrito, y por distintas razones una de las partes, sobre todo la arrendadora, ha huido siempre del compromiso plasmado en papeles y con firma de por medio. A nadie se le escapa que hay una tentación casi generalizada a ocultar estos ingresos del arrendamiento de tierras debido quizás a que suelen ser muchas pequeñas cantidades de múltiples propietarios. Cuando las cosas se complican y toca defender en el juzgado las razones de arrendador y de arrendatario, siempre es mucho mejor que lo pactado se pueda leer y que no quede lugar para negar la mayor o para interpretar lo que no quedó suficientemente caro. Por eso se deberían de dar pasos en el sentido de formalizar por escrito los contratos de arrendamiento de tierras y dotarlos de una transparencia fiscal que hoy no está generalizada. El agricultor necesita certidumbre para planificar sus cosechas y sus inversiones, y el propietario necesita garantías de que va a cobrar puntualmente las anualidades y de que va a recuperar la propiedad una vez expirado el plazo del arrendamiento. No estamos hablando de cualquier cosa, hablamos de que más de un  sesenta por ciento de las tierras que se cultivan son en arrendamiento, y de que por esas decenas de miles de hectáreas, se pagan muchos millones de euros. La renta de la tierra es hoy uno de los costes más importantes que afronta una explotación agroganadera en la provincia de León.
*Artículo de opinión de José Antonio Turrado publicado en La Nueva Crónica del viernes 12 de noviembre de 2021.