En el análisis que ha hecho Luis Planas, ministro de Agricultura, sobre el balance de la presidencia semestral española de la Unión Europea, en materia de su departamento, destaca los avances para regular la utilización de las Nuevas Técnicas Genómicas (NTG) en la producción vegetal. Esta línea de trabajo, presentada por la Comisión hace unos meses, es una alternativa que ofrecen los avances científicos a la utilización de la tecnología transgénica, a los organismos modificados genéticamente (OMG). Esta última tecnología a la que me he referido es la más utilizada por las grandes potencias agrarias mundiales, pero está prohibida en la Unión Europea, diría yo que por prejuicios de una sociedad que la rechaza sin entrar en más consideraciones. Europa lleva años perdiendo competitividad por ponerse tan estupenda al prohibir la producción de cultivos transgénicos, mientras que por el contrario permite la importación de los mismos desde terceros países sin mayores limitaciones, y es ahora cuando ha decidido engancharse a una nueva tecnología que se aproxima en resultados a la de la “manipulación genética”, pero que no es lo mismo. Pasarán meses  o años hasta que los trabajos y acuerdos se transformen en reglamentos que regulen el uso, pasarán años hasta que las primeras investigaciones de la mano de las empresas públicas o privadas den los primeros resultados, y mientras tanto en otras partes del mundo nuestros competidores acumularán experiencia de tecnología transgénica que permite combatir de forma más eficaz y selectiva las malas hierbas, las plagas y enfermedades, y crear plantas más resistentes a una sequía que se está haciendo endémica como consecuencia del cambio climático. El consumidor quiere alimentos sanos y seguros y hay que protegerle con la legislación para que así sea, pero en un mundo globalizado, también hay que ser competitivos para que no te echen del mercado. Y no olvidemos que otra exigencia, tanto en países pobres como en las sociedades más desarrolladas,  es que los alimentos sean baratos.
*Artículo de opinión de José Antonio Turrado publicado en La Nueva Crónica del viernes 15 de diciembre de 2023.