El Consejo de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León aprobó el pasado lunes el informe favorable al proyecto de Ley de Caza. Los agricultores hemos sido firmes impulsores de una ley que permita el control de la fauna salvaje por esta vía, pues el crecimiento exponencial en los últimos años, de muchas especies cinegéticas, está causando unos daños terribles en la agricultura y la ganadería que amenazan con poner en un brete a multitud de explotaciones. No ocurre por desgracia igual con nuestros ríos, pero las especies terrestres que viven salvajes en plena naturaleza, se están multiplicando de una forma absolutamente descontrolada y ocupan territorios en los que antes no estaban, lo mismo que se acercan a nuestros pueblos, se ahogan por decenas en los canales de riego, o mueren víctimas de accidentes de tráfico donde lo peor es que mueren también las personas que viajan en los vehículos. Sé que chocamos con una buena parte de la sociedad que pretende que no haya alteración alguna en las especies y que defiende que las poblaciones se autorregulen, pero es la misma sociedad que vive cómodamente en la ciudad y que no se plantea de quién es el maíz que como el jabalí o las ovejas que devoran los lobos, ni se plantean que los animales salvajes pueden ser fuente de contagio de enfermedades comunes con los animales o con las personas, pues nadie se plantea un problema sanitario hasta que las autoridades no declaran una pandemia. Pienso que el problema de la sobrepoblación de la fauna salvaje ha llegado para quedarse y que incluso será frecuente ver osos cruzando las carreteras, lo que para algunos será muy divertido, una experiencia inolvidable, pero otros lo padeceremos en forma de importantes pérdidas económicas. No creo que la Ley de Caza sea una solución, sobre todo porque la caza será restrictiva y porque la vocación de cazador está tan en declive que es difícil ver una vocación nueva, y los que todavía quedan, piensan más en pasar una jornada agradable en el monte con los amigos, que en romperse las piernas por entre los matojos persiguiendo a los conejos.
*Artículo de opinión de José Antonio Turrado publicado en La Nueva Crónica del viernes 22 de mayo de 2020.