En la larga negociación de los líderes europeos sobre los fondos para la reconstrucción de la Unión Europea, ha pasado un tanto desapercibido el presupuesto ordinario para los próximos siete años, lo que se conoce como el Marco Financiero Plurianual, y dentro de este, todavía más desapercibido el paquete de ayudas de la PAC para igual periodo. Las ayudas a la Política Agraria Común experimentan un recorte del diez por ciento en términos constantes, que es como se trabaja presupuestariamente en Bruselas, y ello representa un tijeretazo para los agricultores y ganaderos leoneses de unos diez millones de euros al año, que para el cómputo de siete años, se eleva a la friolera cifra de setenta millones de euros. Dinero de menos que llegará al campo de la provincia de León y que provocará una caída de renta agraria del cuatro por ciento cada año. En la retina de los leoneses están todavía esas imágenes de las semanas previas a la declaración del estado de alarma cuando más de setecientos tractores recorrieron las principales calles de la ciudad reclamando un reconocimiento social y unos precios dignos por los productos del campo. Se pedía también que las ayudas de la PAC al menos mantuvieran su presupuesto actual, cosa que como se ve no se ha conseguido, por más que el ministerio de Agricultura quiera convertir una mentira en verdad a base de repetirla machaconamente. Esos diez millones de euros que dejan de venir al campo leonés, cada año, se deberían de compensar con idéntica cifra de menores costes de producción, cosa imposible. Se deberían de compensar con presupuesto propio del Estado y de la Junta, algo que se me antoja imposible también. O se podrían compensar vendiendo más caros los productos por parte de nuestros agricultores, cosa difícil ya que el sector primario no decide a qué precio vende, son las industrias agroalimentarias y los intermediarios los que deciden qué compran, a quién se lo compran y a cuánto se lo pagan. El agricultor, una vez más, es rehén de los políticos que nos gobiernan y rehén de la industria agroalimentaria que no lo ve como un aliado.
*Artículo de opinión de José Antonio Turrado para La Nueva Crónica del viernes 24 de julio de 2020.