Sobre el problema del regadío en la provincia de León no está todavía todo dicho ni todo escrito

Que nos dejen regar como toda la vida se hizo

Sobre el problema del regadío en la provincia de León no está todavía todo dicho ni todo escrito. La pésima gestión de la Confederación Hidrográfica del Duero, el nefasto Plan Hidrológico de la Cuenca del Duero –que ASAJA no aprobó- que bendijo el aumento de los caudales ecológicos, y la nefasta gestión de algunas comunidades de regantes, pueden terminar con la paciencia de miles de agricultores, y lo que es peor, terminar con los ingresos con los que alimentan a sus familias. No es descabellado pensar que el conflicto por el agua de riego  termine con algún que otro problema de orden público, de regantes enfrentados con regantes, o de regantes enfrentados con la guardería fluvial, o de ambas cuestiones a la vez.

El problema de este año debería de ser, y no es poco, gestionar la escasa agua que a lo largo de la campaña han acumulado nuestros pantanos. Pero los listos de la Confederación Hidrográfica del Duero han extendido el conflicto, de forma artificial e interesada, a los ríos no regulados con regadíos históricos que toman directamente el agua del cauce, así como a ríos regulados en el cauce por encima de de los embalses. En estos ríos se da una circunstancia similar a la de otros años, ni mejor ni peor, pero este año han decretado la prohibición de riego para joder, para fastidiar, para demostrar que son autoridad, para ser los más chulos de todo el cuerpo de la administración. Han mandado a los guardas del río a meter miedo a los agricultores, a jóvenes y a viejos, los han mandado a asustar a la gente. Estos sinvergüenzas de la CHD quieren que se sequen nuestros prados, que se arruinen nuestros campos de maíz y patatas, que a nuestros jubilados se le sequen los productos de la huerta, que se sequen nuestros árboles, y que nuestros pueblos se conviertan en un erial. Quieren que la ribera se convierta en un secarral como la meseta castellana.

Ante este despropósito, la recomendación que damos es dirigirse a la Subdelegada del Gobierno en León, y al Delegado de la Junta, pidiéndole que defiendan nuestros intereses. Que defiendan al campo y a nuestros pueblos, que defiendan nuestro modo de vida por encima de otras modas y consideraciones, y que nos dejen regar como toda la vida se hizo. Pedimos desobedecer a los déspotas de la Confederación.

ASAJA. 24/07/2017