Hoy viernes se cumple una semana desde que a 17 ganaderos leoneses, la mayoría de zonas de montaña, le dejaron de recoger la leche y han tenido que tirarla. Cada día 7.500 litros de leche, de alta calidad en grasa y proteína por ser mayoritariamente de la raza Parda, se van por las alcantarillas a falta de un comprador

UNA SEMANA TIRANDO LA LECHE, Y SIN RESPUESTA

Hoy viernes se cumple una semana desde que a 17 ganaderos leoneses, la mayoría de zonas de montaña, le dejaron de recoger la leche y han tenido que tirarla. Cada día 7.500 litros de leche, de alta calidad en grasa y proteína por ser mayoritariamente de la raza Parda, se van por las alcantarillas a falta de un comprador. Diecisiete familias humildes llevan una semana sin ingresos, es más, sin ingresos pero con gastos, pues las vacas siguen comiendo cada día y hay que comprar para alimentarlas. La Junta de Castilla y León, que según sus propias declaraciones ha encontrado nuevo comprador para 270 ganaderos de otros territorios, no ha dado la misma solución para estos 17. Y qué casualidad, todos ellos son de León, no de otras provincias. La Junta, que no da soluciones a los ganaderos, culpa de todo el problema al gerente de una cooperativa que en su tiempo  fue una persona relevante en el Partido Popular. Líos de familias. Viejos odios y rencillas cuyas consecuencias las pagan ahora los ganaderos.

La Junta ha desoído las quejas del sector, las quejas de las organizaciones agrarias, y ha hecho oídos sordos a los dos actos de protesta celebrados ante la sede de la Junta en León el pasado miércoles día 6 y hoy viernes día 8. Es más, parece que la Junta se lo ha tomado como un desafío, y lo que le importa es no dar su brazo a torcer, aunque ello suponga cerrar para siempre 17 ganaderías, aunque fruto de su no hacer la montaña leonesa sea cada día un poco más pobre y esté un poco más despoblada y abandonada.

La lucha sigue. El sector está convocado de nuevo a un acto de protesta para el martes 12 de abril. Las organizaciones agrarias, las cuatro junto a cooperativas y organizaciones sectoriales, siguen unidad defendiendo que se recoja toda la leche y que a nadie se le pague a “precios basura”, que todas las explotaciones puedan vender a precios rentables.

A la Diputación de León ha llegado una petición económica de emergencia social para que estas ganaderías puedan cubrir temporalmente parte de sus costes hasta que encuentren un nuevo comprador. Será el momento de ver la sensibilidad política del equipo de gobierno del PP y de los distintos grupos que conforman en pleno de la misma. Las organizaciones agrarias respaldan esta propuesta y piden a los diputados provinciales que gobiernen con el corazón y no con el carné del partido político al que representan.

Esta es una lucha entre desiguales. La Junta, con todo su poder político y mediático, quiere que se deje de producir leche en la montaña leonesa. Las organizaciones agrarias y sus ganaderos se resisten a pasar por el aro y ser cómplices de los “matavacas”.

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