Con este título de la columna de opinión no me refiero metafóricamente al desprecio que hizo la UPL al PP a la hora de buscar socio para la formación de gobierno en la Diputación de León, que podría ser. Me refiero a que ahora que llega septiembre, momento de recolección para muchos cultivos de huerta, son frecuentes las noticias que aparecen en los medios de comunicación locales sobre el tamaño poco común de ciertas hortalizas cultivadas siempre por hortelanos aficionados que producen para autoconsumo y para sus amigos. Muchos de estos hortelanos son jubilados, diría yo que la mayoría, algo lógico por disponer estos de tiempo para estas labores y por tener unos hijos que suelen ser agradecidos cuando se cargan cajas de viandas en el maletero el fin de semana de vuelta a la ciudad. Que nadie piense que cultivar un huerto sale barato, ni que para hortelano vale cualquiera, porque ninguna de las dos es cierta. Los buenos hortelanos ponen empeño, ponen tiempo, aprenden de otros y de la experiencia, eligen la planta y los tratamientos, deciden sobre el momento del año de plantar esquivando adversidades climáticas, combaten las malas hierbas y las plagas, riegan cuando corresponde, madrugan para ver las plantas frescas, y aún así, a veces las cosas se tuercen sin saber muy bien el por qué. Por eso cuando sale bien, cuando se tienen los mejores pimientos del contorno, los tomates más sabrosos, las mayores calabazas, o unas espectaculares manzanas  bien distribuidas por el árbol, el orgullo se apodera de uno y se llama incluso al periódico para que te dedique un pequeño o gran portaje, y si no hay suerte, siempre quedarán las redes sociales, en las que se pude entrar sin pedir permiso. Con menos méritos salen otros en el periódico, entre ellos los que dieron y los que recibieron calabazas en el contubernio que terminó con la constitución de la Diputación de León. Y lo que saldarán en los próximos, con independencia de la gestión que hagan, y si no  los sacan, comprarán los espacios, que también para eso es el dinero público.

*Artículo de opinión de José Antonio Turrado publicado en La Nueva Crónica del viernes 1 de septiembre de 2023.