Vino de crianza

El presidente de la cooperativa Vinos del Bierzo, de Cacabelos, ha hecho un llamamiento al sector bodeguero para juntar un millón de litros de vino de crianza con el que acometer una importante misión de comercio exterior.

Vino de crianza

El presidente de la cooperativa Vinos del Bierzo, de Cacabelos, ha hecho un llamamiento al sector bodeguero para juntar un millón de litros de vino de crianza con el que acometer una importante misión de comercio exterior. Dicen que de consumarse esto, la mayoría de las bodegas se quedarían sin existencias, lo que no deja de ser una pena para los consumidores locales, pero una alegría para los industriales que preferirán euros en la cartera a botellas apiladas a la espera de un comprador. Vamos a suponer que la oferta de compra es seria, que el operador que interviene lo es también, y vamos a suponer que a las bodegas con existencias de vino le interesan las condiciones de la transacción comercial. ¿Cómo se puede exportar un vino homogéneo, que responda a unas cualidades determinadas, si procede de varias bodegas distintas, de añadas diferentes, de parajes dispares, y que únicamente tiene en común ser de uva Mencía y elaborado con unas normas laxas y poco vigiladas del Consejo Regulador?. Pues el resultado sería el esperado: el cliente comenzaría a descorchar botellas, cada una en un formato distinto, con distinta etiqueta, y  lo que es peor, cada una respondería a unas características organolépticas que nada tendrían que ver con la de al lado. Claro que también se podrían mezclar todo el vino antes de embotellarlo, echarle “unos polvos” si el enólogo lo estima oportuno, darle unas vueltas en el depósito o tonel, y empezar a embotellar con la misma etiqueta, en el mismo tipo de botella y con el mismo precio. Ni de una manera ni de otra esta operación tiene la más mínima probabilidad de dejar contentos a los bodegueros que se apunte a ella, pero lo que es peor, no dejaría contentos a unos consumidores que probablemente no volverían a repetir, y una operación de comercio exterior que no sirve para fidelizar clientes y reproducir ventas, no es para nada interesante. El mundo del vino es muy complejo, y más que lo será, y bien saben quienes se dedican a ello que la fama y el  mercado se consigue a base de muchos años haciendo muy bien las cosas  y no engañando a nadie, y menos en la calidad.

Artículo de opinión de José Antonio Turrado publicado en La Nueva Crónica del viernes 25 de marzo de 2016.