Voy con Cifuentes

Después de visto el trasfondo de lo tratado en la Conferencia de Presidentes, celebrada en el Senado, donde casi todas las autonomías, incluida la nuestra, no tenían otra preocupación que la de que se subieran los impuestos, yo me apunto a la voz discrepante de la presidenta de la comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes.

Voy con Cifuentes

Después de visto el trasfondo de lo tratado en la Conferencia de Presidentes, celebrada en el Senado, donde  casi todas las autonomías, incluida la nuestra, no tenían otra preocupación que la de que se subieran los impuestos, yo me apunto a la voz discrepante de la presidenta de la comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes. Aunque parezca mentira, casi han querido hacerle pedir perdón por tener los impuestos más bajos, es decir, por no quitar a los ciudadanos madrileños tanto dinero como nos quitan los dirigentes de otras comunidades autónomas. Mira por dónde, eso de la armonización fiscal, que si no nos lo explican no lo entendemos el común de los mortales, no es otra cosa que obligar a que en todo el territorio nacional se igualen los impuestos con los que más pagan. Y digo yo: ¿si nuestros gobernantes no fueran unos manirrotos, unos derrochadores, y si aplicasen prácticas de empresa para gestionar lo público, no podrían dar los mismos servicios esenciales cobrándonos menos impuestos?. Estoy seguro que sí, que se pueden cobrar menos impuestos gestionando mejor, pero lo cómodo, lo fácil, es recaudar más del sufrido contribuyente. Más del IRPF, más del IVA, del IBI, del impuesto de la electricidad, del impuesto del gasóleo y gasolinas, de los impuestos de trasmisiones, del impuesto de donaciones y sucesiones, de los impuestos de matriculación de vehículos, del de patrimonio, del copago farmacéutico, de las matrículas universitarias, de la tasa al turismo, del “céntimo sanitario”, de tasas por todo lo que se mueve en las relaciones con la administración, y hasta de impuestos por respirar. Tenemos que revelarnos contra unos gobiernos que nos quitan el dinero para gestionarlo mal, para hacer un mal reparto del mismo, comprometiendo el presente y futuro de nuestras familias. Si Cifuentes es la excepción, yo me apunto a sus políticas de contención del gasto, de reducción de los impuestos, y hasta me apunto a sus políticas de gestos cuando va contra el poder establecido en su partido político pidiendo más democracia interna, más renovación, y más participación de los afiliados.

Artículo de opinión de José Antonio Turrado publicado en  La Nueva Crónica del viernes 20 de enero de 2017.