SEGUNDA GRAN PROTESTA DE LOS GANADEROS DE LECHE

El viernes 4 de abril tuvo lugar en Aranda de Duero, frente a las instalaciones de la industria Pascual, la segunda gran movilización de ganaderos de vacuno de leche convocada por todas las organizaciones agrarias, entre ellas ASAJA, y las cooperativas más importante de Castilla y León.

SEGUNDA
GRAN PROTESTA DE LOS GANADEROS DE LECHE

 

El
viernes 4 de abril tuvo lugar en Aranda de Duero, frente a las instalaciones de
la industria Pascual, la segunda gran movilización de ganaderos de vacuno de
leche convocada por todas las organizaciones agrarias, entre ellas ASAJA, y las
cooperativas más importante de Castilla y León. El primer acto de protesta
tuvo lugar coincidiendo con la inauguración de la feria Alimentaria celebrada
en Valladolid.

 

En
esta ocasión, al igual que en la primera, más de 1.500 ganaderos de la región
se dieron cita en la protesta para poner de manifiesto el descontento del sector
ante el hundimiento de precios de la leche, que de confirmarse las nuevas
bajadas de precios, supondría una caída de entre el 18 y el 20% respecto a los
precios de diciembre de 2001, y que situaría el litro de leche en origen, de
media de unas ganaderías con otras, entre 27 y 29 céntimos de euro el litro,
muy lejos de los al menos 33 céntimos necesarios para que el sector sea
rentable.

 

Las
organizaciones agrarias y cooperativas anunciaron en ese mismo acto nuevos actos
de protesta para las próximas semanas, manteniendo una presión constante sobre
el sector industrial y la administración hasta que se llegue a un
entendimiento. El estricto cumplimiento de las cuotas lecheras es una de las
reivindicaciones de los ganaderos, conocedores de que los bajos precios actuales
están en gran parte motivados por la abundancia de leche en el mercado, fuera
de cuota, que se ha comprado en origen a precios bajos eludiendo los controles
de Hacienda y del Ministerio de Agricultura.

 

El
sector ganadero de la región ha hecho un gran esfuerzo inversor en los últimos
años para modernizar las explotaciones y hacerlas más competitivas.
Inversiones en instalaciones ganaderas, maquinaria, reproductoras de alto
potencial genética, compra de cuota lechera y un esfuerzo en mejorar la calidad
de la leche para cumplir con la normativa en vigor. A este esfuerzo inversor,
que se lleva gran aparte de los ingresos de la leche, la industria lechera le
responde pagando unos precios ruinosos en un momento en el que la leche al
consumidor ha subido desde finales de 2001 al menos el 20%, y cuando están
presentando unas excelentes cuentas de resultados.

 

La
concentración frente a Pascual, la principal industria lechera de la región,
no respondió a otra razón mas que al hecho de ser una empresa de referencia en
la que en parte se miran todas las demás y que en estos momentos no está
liderando, cuando debería de hacerlo, un movimiento de entendimiento con los
ganaderos.