Doy por bueno, mal que me pese, ese refrán popular que dice que “vale más llegar a tiempo que rondar un año”. Porque hasta ahora,  no hemos encontrado más que puertas cerradas cuando hemos pretendido cambiar la Política Agraria Comunitaria (PAC), y tanto al dirigirnos a la administración de la Junta, como a la del Estado, como a la de la Unión Europea. Planteamientos inamovibles con el pretexto de que las medidas que se proponían tenían como finalidad la lucha contra el cambio climático, la conservación del medio ambiente, o el indiscutible bienestar animal. Lo que era un dogma inamovible se ha convertido, en algunos casos, en algo tan efímero que apenas ha durado un año, y ahora se cambia por la vía de urgencia aplicándolo incluso con retroactividad. El motivo, las protestas del campo en gran parte de Europa, incluida España, el fin de legislatura y por lo tano el estar en puertas a unas elecciones al Parlamento Europeo, y también y sobre todo, el miedo a que esas quejas del campo las abanderen partidos de extrema derecha que en muchos casos cuestionan el proyecto comunitario. Es evidente que el comisario de  Agricultura, Janusz Wojciechowski, es sospechoso de apuntarse a los movimientos populistas, y como le ocurre a nuestro consejero de Agricultura en Castilla y León, Gerardo Dueñas, critica el sistema siendo él pate del sistema, siendo él quién toma las decisiones. La pérdida de confianza, y el hecho de ser fin de legislatura (en otras circunstancias no se hubiera atrevido) es lo que llevó a la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, a coger las riendas de la negociación y estar dispuesta a aceptar cambios en aquello que más lesivo estaba siendo en cada país para sus agricultores. Lo que era imposible cambiar se ha cambiado de la noche a la mañana, suscitando el consenso del Parlamento, de la Comisión, del Consejo, y por lo que vamos viendo, sin gran oposición del movimiento verde europeo. Pequeños cambios que facilitan la vida de nuestros agricultores y ganaderos haciendo más fácil su trabajo y ser más competitivos.

*Artículo de opinión de José Antonio Turrado Fernández publicado en La Nueva Crónica del viernes 22 de marzo de 2024.