ASAJA ha pedido al Gobierno de España que rechace la propuesta de la Comisión Europea sobre los aranceles a los fertilizantes de Rusia y Bielorrusia, que se someterá a votación este viernes, 14 de marzo, en el COREPER (Comité de Representantes Permanentes de los Gobiernos de los Estados miembros de la Unión Europea). La medida supondría un nuevo golpe para los agricultores y la seguridad alimentaria europea.

Nuestro presidente nacional, Pedro Barato, ha enviado una carta al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para reafirmar su posición y solicitar el voto en contra de España a los aumentos progresivos de los aranceles a los fertilizantes procedentes de Rusia y Bielorrusia partir del 1 de julio de 2025, que en tres años podrían alcanzar niveles de hasta 315 ó 430 euros por tonelada, según el tipo de fertilizante. Esto supondría un incremento de hasta el 100 % en términos ad valorem (según el valor de la mercancía), lo que se traduciría en una presión financiera insostenible para los agricultores europeos.

La situación es aún más preocupante porque la UE carece de fuentes propias de fosfatos minerales y fosfóricos, por lo que depende en gran medida de importaciones de países africanos y de Rusia. Imponer aranceles sin garantizar una alternativa viable y competitiva dejaría al sector agrario en situación de vulnerabilidad extrema.

ASAJA advierte que estos aranceles, sumados a los actuales derechos antidumping (frente a la venta por debajo de coste) sobre fertilizantes clave como el nitrato de amonio, aumentarán aún más los costes de producción.

Se pone en riesgo la viabilidad de muchas explotaciones. Por ello, tanto ASAJA como COPA-COGECA, la principal organización de agricultores y cooperativas de la UE (de la que ASAJA es miembro), se oponen firmemente a esta propuesta.

Ambas organizaciones advierten que la imposición de estos aranceles sin una alternativa real de suministro llevará a un encarecimiento extremo de los insumos agrícolas y a una grave pérdida de competitividad del sector agroalimentario europeo.

SIN PLAN ALTERNATIVO. El sector necesita un periodo de adaptación para ajustarse a estas nuevas condiciones, por lo que el plazo establecido es insuficiente para que el mercado europeo pueda reaccionar sin generar desajustes graves.

En lugar de aprobar una medida que solo generará más inestabilidad en el sector, ASAJA propone alternativas que sí contribuirían a garantizar la competitividad del sector agrícola europeo.

Entre ellas, la eliminación de los derechos antidumping sobre las importaciones de nitrato de amonio y mezclas de urea y nitrato de amonio originarias de Estados Unidos y Trinidad y Tobago, lo que permitiría un acceso más competitivo a estos insumos esenciales.

Además, urge modificar la directiva sobre nitratos para permitir el uso de fertilizantes de origen ganadero RENURE (nitrógeno recuperado de estiércol y digestatos), solución sostenible que contribuiría a la autonomía de los agricultores europeos.

EN JUEGO LA SOBERANÍA ALIMENTARIA. Detrás de esta decisión se esconde una cuestión aún más fundamental: el futuro de la agricultura europea y la soberanía alimentaria de la UE. Por ello, además de exigir al Gobierno de España que rechace firmemente esta propuesta, ASAJA confía en que el nuevo comisario de Agricultura, Christophe Hansen, y la vicepresidenta española, Teresa Ribera, actúen con rapidez en el seno del Colegio de Comisarios para encontrar soluciones reales que eviten una nueva crisis agrícola.

El COREPER es el órgano en el que los embajadores de los Estados miembros ante la UE preparan las decisiones que posteriormente serán adoptadas formalmente por el Consejo de la UE. En la práctica, muchas de las decisiones clave de la Unión se determinan en este Comité, ya que las votaciones en el Consejo suelen reflejar lo acordado previamente en el COREPER. Por ello, el voto de España en esta fase es crucial para frenar una medida que tendría consecuencias devastadoras para el sector agrario europeo.

Desde hace años, Europa se enfrenta a una producción de fertilizantes insuficiente para satisfacer la demanda, lo que hace inevitables las importaciones. Esta situación ha empeorado con el cierre de varias fábricas en estados miembros de la UE, y se verá aún más agravada con la entrada en vigor del Mecanismo de Ajuste en la Frontera del Carbono (CBAM), que encarecerá tanto la producción nacional como las importaciones desde terceros países./

Se adjunta la carta remitida por nuestro presidente al presidente del Gobierno: