La Junta de Castilla y León ha creado un protocolo que mejore los controles que se llevan a cabo sobre los productos amparados por figuras de calidad protegidas o productos ecológicos.

Se busca garantizar que el consumidor identifica inequívocamente este tipo de productos, evitando prácticas que puedan llevar a error sobre las características, origen o forma de producción de estos alimentos, los cuales tienen una demanda creciente.

Los controles se realizarán en todas las provincias, principalmente en los núcleos de población más importantes y tendrán como objetivo a hipermercados, supermercados, tiendas tradicionales de alimentación, sitios web y plataformas de comercio electrónico.