Tanto las organizaciones profesionales agrarias de la Unión Europea (COPA, a la que pertenece ASAJA) como las cooperativas del sector (COGECA) critican que las instituciones comunitarias hayan desoído sus protestas con el reciente acuerdo provisional alcanzado para ampliar un año más las excepciones comerciales con Ucrania. Según COPA-COGECA, los responsables políticos de la UE han actuado «ignorando las principales preocupaciones de nuestros productores».

Las instancias de decisión comunitarias reunidas el pasado 19 de marzo a fin de negociar la renovación de las medidas comerciales aplicables a Ucrania decidieron desoír las principales preocupaciones de nuestros productores, pese a la legitimidad de las inquietudes y las protestas agrícolas.

La suspensión temporal de los aranceles de importación y del límite de contingentes sobre las exportaciones agrícolas de Ucrania a la UE se renovará un año más, hasta el 5 de junio de 2025, en el marco de las medidas comunitarias de apoyo a este país en su conflicto bélico con Rusia.

El acuerdo alcanzado seguirá exponiendo a la producción comunitaria a importantes flujos de importación y, al rechazar además la inclusión del trigo, deniega una de las principales modificaciones propuestas por el Parlamento, que habrían supuesto una protección suficiente para nuestros productores y fabricantes. En ese reciente diálogo a tres bandas (Consejo Europeo, Parlamento y Comisión) no salieron adelante las principales enmiendas aprobadas por el pleno del Parlamento.

ASAJA viene denunciando desde hace prácticamente un año que la importación masiva de cereales, entre otras mercancías, en su mayor parte procedentes de Ucrania, está minando los precios del mercado interior español, como principal país receptor. Asimismo, nuestra organización advierte que esas importaciones sin aranceles, además de constituir una competencia desleal, obliga a nuestros productores a vender por debajo de los costes de producción (algo que contraviene la Ley de la Cadena Alimentaria), y les añade aún más incertidumbre económica y agronómica a sus explotaciones.

Las organizaciones del sector comprenden el delicado contexto político del acuerdo y la necesidad de apoyar a Ucrania. Pero lamentan que se hayan soslayado detalles importantes, claves para brindar una solución eficaz para los productores europeos.

2022-2023, ENGAÑOSOS REFERENTES. Se valoran positivamente la inclusión de la avena, los grañones y la miel entre los productos acogidos a regulación, así como el acortamiento del periodo de activación, pero rechazan que se mantenga como periodo de referencia 2022-2023, en vez de incluirse también 2021 —año anterior al inicio de la guerra de Ucrania y sus distorsiones en los mercados internacionales—. Así, la carga para el sector agrícola comunitario va a persistir, con el consiguiente daño a los productores europeos.

El reglamento prevé un freno de emergencia para los productos agrícolas especialmente sensibles (aves de corral, huevos y azúcar, a los que se añadirán ahora la avena, el maíz, la grañones y la miel). La Comisión también se ha comprometido a tomar medidas si se produce un aumento de las importaciones ucranianas de trigo, pero al tomar como periodo de referencia para activar el freno de emergencia los años 2022-2023, la presión importadora continuará: solo se impondrán aranceles si las importaciones de estos productos superan los volúmenes medios de esos dos años.

El Parlamento también logró que la Comisión se comprometa a aplicar las salvaguardas automáticas con mayor rapidez (dos semanas, en lugar de tres), pero está por ver la eficacia futura de todas esas medidas correctoras. Lo cierto es que los cerealistas españoles han visto cómo en el último año su producto se ha depreciado en torno a un tercio (alrededor de cien euros por tonelada), mientras los costes no han bajado en similar proporción.

REPERCUSIONES FUTURAS. El COPA-COGECA estima que es posible que la falta de atención a los productores agrícolas mine el apoyo a futuras negociaciones sobre la adhesión de Ucrania a la Unión Europea; y vaticina que este nuevo marco ampliado probablemente sentará las bases para una nueva negociación del acuerdo de asociación con ese país. Sin embargo, al establecer niveles de referencia que ya de por sí eran demasiado elevados, no contarán con el beneplácito de los productores y los fabricantes comunitarios.

Por todos estos motivos, reclaman un nuevo diálogo a tres bandas que atienda las peticiones del sector. Además del COPA-COGECA, han firmado este rechazo al acuerdo alcanzado el pasado 19 de febrero las siguientes organizaciones del espacio comunitario:

  • AVEC: Asociación de transformadores y comercio avícolas para los países de la UE
  • CEFS: Asociación europea de fabricantes de azúcar
  • CEPM: Confederación europea de productores de maíz
  • CIBE: Confederación internacional de cultivadores de remolacha europeos
  • EUWEP: Unión europea de mayoristas de huevos, ovoproductos, aves de corral y caza.

Se espera que los estados miembros de la UE adopten formalmente el acuerdo de renovación de las medidas comerciales con Ucrania a finales de abril, para entrar en vigor alrededor del 6 de junio./