ASAJA propondrá en el Consejo Agrario que Castilla y León retome la autorización de quemas controladas en parcelas de rastrojo

Los abundantes restos vegetales multiplican el riesgo de plagas y enfermedades

ASAJA solicitará mañana en el Consejo Agrario de Castilla y León que la administración autonómica considere que puedan realizarse quemas controladas de parcelas de rastrojo de cereal como medida fitosanitaria, en un año en el que los restos vegetales son extraordinariamente abundantes y de no ser aligerados pueden actuar con foco de propagación de plagas y enfermedades, que afecten tanto a la futura sementera como a la sanidad general.

La quema controlada de rastrojos es una medida que ASAJA ha defendido en más ocasiones, y especialmente en los últimos años, en los que se observa que las plagas y enfermedades están creando resistencias a cualquier tratamiento, lo que obliga a intensificar el uso de fitosanitarios. ASAJA apunta la necesidad de hallar “un punto medio en la gestión sanitaria de los cultivos, con quemas controladas, un laboreo adecuado y con tratamientos fitosanitarios moderados, lo que redundaría en un mayor beneficio medioambiental”.

Se da la circunstancia de que esta reclamación tuvo su respuesta en 2018, cuando se elaboró un ambicioso plan piloto consensuado por Agricultura y Medio Ambiente, pero que no se desarrolló, tras declarar nula los tribunales la orden que permitía la quema de rastrojos hasta que la Administración no justificara con bibliografía científico-técnica la eficacia de esta práctica como medida fitosanitaria de carácter excepcional, cuando no existieran otras posibles. En un Consejo Agrario de Castilla y León, de 3 de abril de 2018, se acordó encargar estudios técnicos sólidos para justificar la quema como una acción preventiva reductora del uso de fitosanitarios y como práctica respetuosa con el medio ambiente, con el objeto de poder afrontar un nuevo marco normativo. “Por desgracia, de esos estudios no hemos tenido aún noticias”, critica ASAJA.

Sin embargo, en la vecina Navarra, con una situación y normativa muy similares a la de Castilla y León, tenemos conocimiento de la autorización, tanto este 2020 como en otros años anteriores, de quemas de rastrojo para el control de afecciones fitosanitarias generalizadas en las parcelas de cereal de determinadas comarcas agrarias. Pero no es sólo este año: cada año la Comunidad de Navarra valora la oportunidad de autorizar las quemas de rastrojos en terrenos agrícolas. Navarra fundamenta estas autorizaciones en un informe del prestigioso INTIA, el Instituto Navarro de Tecnologías e Infraestructuras Agroalimentarias, en el que subraya que “algunas de esas afecciones tienen en el uso del fuego una solución adecuada que, no obstante, deberá ser complementada con otras prácticas agronómicas. La utilización masiva de productos fitosanitarios no soluciona esos problemas y se provoca un impacto negativo en el medio ambiente, pueden generar un riesgo en materia de seguridad alimentaria y en el propio usuario de estos formulados, además de favorecer la resistencia a los fitosanitarios de todos estos organismos nocivos.”.

Para ASAJA, esta conclusión debe tenerse en cuenta también en Castilla y León, además de servir para complementar los trabajos que se hayan podido hacer desde 2018 desde la Consejería, con personal propio del ITACYL o independiente. Por todo lo expuesto, desde ASAJA Castilla y León, “pedimos a la Junta que se retomen los trabajos necesarios para tener antes de la próxima campaña el marco normativo preciso que permita la autorización de las quemas de rastrojo precisas”.

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