La OPA reclama a las administraciones que se pongan en marcha porque este insecto ‘no espera a nadie’

 

Los servicios técnicos de ASAJA-Soria siguen muy vigilantes, un año más, ante la acción dañina del zabro. Llevan poniendo el acento, en sintonía con la junta directiva, desde hace más de un lustro en que la presencia de este coleóptero en la provincia de Soria era superior o muy superior a la que se contabilizaba en otras provincias cercanas.

Esta invasión de invertebrados se está mostrando especialmente destructiva en diversas explotaciones del sur y este de la provincia, porque chupa la savia de la planta desde la raíz, una vez que ha horadado la tierra. El ataque es visible por rodales de las parcelas ya sembradas.

A finales de diciembre tuvo lugar una reunión en Valladolid entre responsables del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (ITACyL), encabezados por su director y viceconsejero de Desarrollo Rural, Jorge Cachorro, y varios miembros de ASAJA-Soria para tratar acerca del problema del zabro en la provincia. Del encuentro salió un acuerdo de firma de un protocolo de colaboración para que el zabro cuente con zona de vigilancia también en Soria. ASAJA-Soria ofreció su departamento técnico agrario para colaborar en los trabajos que se realizasen en la provincia. La propuesta era que el ITACyL se haría cargo de la dirección técnica y ASAJA de los medios.

Todo con el afán de que lo antes posible se dispusiera de las herramientas y del conocimiento idóneos para que los agricultores de la zona del este y del sureste de la provincia, esperando que no se extienda a otras comarcas, puedan hacer frente lo más eficazmente posible a estas plagas, al conocer mejor las características de este coleóptero y poder desarrollar una estrategia y unos medios adecuados para su control. En general, el daño más importante se produce cuando las plantas de cereal son tan pequeñas que pueden ser destruidas completamente por la larva, por lo que para la organización profesional agraria ha llegado el momento de que la Administración actúe, porque este tipo de plaga afecta a muchos agricultores y el zabro a la hora de destrozar cultivos no espera a que nadie tome decisiones.

 

“ASAJA no para”

Por este motivo, ASAJA por su cuenta y riesgo está viendo la posibilidad del empleo de la tecnología disponible en drones para la detección precoz de focos de zabro en áreas importantes, además de tratar de establecer acuerdos de colaboración con empresas y fabricantes de fitosanitarios para el desarrollo y autorización de medios de lucha.

El zabrus tenebrioides o zabro de los cereales como se le conoce comúnmente, tiene forma alargada y convexa en estado adulto y es pequeño pero matón. Mide entre 12 y 18 milímetros, aunque la larva en su último estado mide cerca de 30, y mantiene en jaque a cientos de agricultores la provincia. Suele tener un color castaño-rojizo que se torna negro conforme va creciendo. Son precisamente las larvas las que más daño producen en el campo, donde se alimentan de semillas, tubérculos o plantas recién germinadas. Un perjuicio subterráneo que, en el caso de los cereales, se hace visible con el amarilleamiento de las hojas, las cuales pueden terminar muriendo.

El zabro adulto aparece sobre el mes de marzo y permanece enterrado casi siempre. Luego se hace visible entre mediados de mayo y primeros de junio y ataca los granos todavía lechosos de las espigas. Su actividad es más bien nocturna pero también es posible verlo por el día hasta mediados de este mes de junio comiendo granos bien formados. Se protege bajo la paja, las piedras y los terrones.

Pese a que la gran mayoría de los adultos muere a comienzos del invierno, en comarcas y en condiciones climatológicas algo más favorables, algunos de estos insectos pueden sobrevivir al invierno y llegar a la primavera siguiente. La humedad del terreno es clave en el comienzo de la puesta. En numerosas ocasiones, con plagas anteriores, los agricultores adoptaron medidas inmediatas y aceptaron de buen grado las recomendaciones y las soluciones propuestas especialmente por el equipo técnico de ASAJA en Almazán, pero controlar y erradicar este tipo de invasiones tan devastadoras exige un gran esfuerzo tanto técnico como logístico y por ello es crucial contar con apoyo institucional.