La OPA cree que no se está siendo consciente del perjuicio global y de los riesgos sanitarios que ello acarrea

Para ASAJA Soria, la suspensión cautelar de la caza, dictada por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León al estimar el recurso presentado por el Partido Animalista Contra el Maltrato Animal puede tener unos efectos que irían más allá de los relacionados exclusivamente con la actividad cinegética, aunque éstos ya por sí solos son cruciales si se tiene en cuenta que el volumen de negocio que genera supera los 500 millones de euros y hay alrededor de 8.000 puestos de trabajo vinculados a ella.

 

Según ASAJA Soria, se trata de un despropósito y no se está siendo consciente de otros perjuicios derivados del auto del Tribunal Superior de Justicia, ya que cada vez hay más animales salvajes sin control y eso daña gravemente a la actividad agraria y a la sanidad de la cabaña ganadera, por no hablar de la siniestralidad viaria.

 

ASAJA insta a la Junta a que ponga al día el censo de animales salvajes, ya que la denuncia está basada en unos datos de hace más de una década. Realmente, los que estamos en el campo vemos que año a año el número de animales silvestres y sin control se está multiplicando exponencialmente. Por eso ASAJA no entiende que la sentencia revele una tendencia a defender que el eslabón más débil de esta cadena sean los animales salvajes, cuando cada vez están más cómodos y aumentan en número, frente a los ganaderos y agricultores, en claro declive en número y condiciones laborales en gran parte por los daños de la fauna. También lamenta que se quiera poner por delante los derechos de los animales antes que los de los profesionales del campo. Y se pregunta si estos señores que interponen este tipo de denuncias están dispuestos a pagar de su bolsillo los daños infligidos a los ganaderos y agricultores.