Acabadas las fiestas de San Juan, donde parece que toda la provincia se paraliza, me he puesto a reflexionar sobre las ayudas que dicen que nos van a dar por sequía; unas ayudas muy enrevesadas, que en las mismas situaciones y distintos agricultores a unos les puede perjudicar mucho y con otros ser justos con ellos.

La Junta de Castilla y León parece que fía todo a lo que diga Agroseguro; unas tasaciones en las cuales todos los agricultores no tienen las mismas pólizas por detalles que no voy a entra ahora y por otra parte también van a indemnizar a agricultores que no tienen seguro. Con lo cual poco favor vamos a hacer a los que de verdad hacen las cosas bien y en previsión de lo que pueda ocurrir se gastan sus dineros. Si las ayudas vienen por las tasaciones no sé cómo se van a apañar si no hay tales tasaciones.

Además, creen que somos tontos, ya que quieren hacer pasar por ayudas los adelantos de la PAC, que originariamente venían como ayudas de pérdida de renta agraria, conformadas para una cesta de la compra asequible, y nuestros políticos que hoy están a la ‘repelea’ de nuestros votos han desvirtuado y lo utilizan para cualquier cosa menos para los intereses de agricultores y ganaderos.

Siendo la comunidad más extensa de España no acabo de comprender que desde el Gobierno central sean capaces de decir que solamente tenemos media sequía cuando todas nuestras explotaciones están controladas por la burocracia de la PAC, vía satélite que controla palmo a palmo todas las fincas, y establecer diferencias con otras comunidades autónomas. No quiero pensar mal, pero da para pensar muy mal si nos fijamos en los colores políticos de unos territorios y otros; eso sí, siempre perdiendo el agricultor y el ganadero que trabaja honradamente para producir alimentos de buena calidad, a buen precio y de paso poder mantener a su familia, cosa que se está volviendo imposible.

El año pasado fue un año desastroso. Esta campaña empezamos pagando los insumos a unos precios muy altos y desgraciadamente en esta provincia nuestra que somos prácticamente de secano no ha llovido lo suficiente. Por lo tanto, vamos a cosechar y las medias que se están viendo son calamitosas, ya que cuando una cosecha normal puede estar en los 2.800-3.000 kilos de media ahora estamos hablando de 300-400 kilogramos. Y hay que tener en cuenta que para una hectárea se necesitan 200 kilos de simiente; así que imagínense ustedes la ruina que tenemos encima.

En la feria del vino de San Esteban de Gormaz tuve la oportunidad de hablar con el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, y le pedí que llegaran al campo ayudas directas. Me contestó que no se daban nunca ayudas directas. Enseguida me vino a la cabeza las ayudas a la minería, a la automoción, a Campofrío, a las galleteras y otros sectores productivos por el estilo…

Para quien lea este artículo y piense que no va con él, le quiero recordar que tenga en cuenta que en esta santa provincia si la agricultura y la ganadería no funcionan el resto de los negocios se ven muy afectados. Por lo tanto, auguro un año muy duro para la economía provincial.  

Carmelo Gómez Sanz, presidente de la Cámara Agraria Provincial de Soria