El sector, representado también por ASAJA Soria, reclamó que el MITECO negocie con las “comunidades loberas” medidas de control para proteger a una ganadería que es la que está en verdadero peligro de extinguirse

La voz unánime del sector ganadero y agrario de Castilla y León se ha escuchado el viernes 19 de marzo en Valladolid, en defensa de la ganadería y en contra de la decisión del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITECO) de declarar especie protegida al lobo en todo el país. Durante algo más de dos horas, una caravana de más de trescientos coches, encabezada por varios tractores, recorrió algunas vías principales de Valladolid, en una protesta organizada en unidad de acción por todas las organizaciones profesionales, entre las que ha estado ASAJA Soria.

 

El punto de concentración ha sido la explanada del Estadio Zorrilla. Allí se han reunido ganaderos y también agricultores de todas las provincias de la Comunidad Autónoma. Los manifestantes desplegaron una pancarta con el lema de la protesta: “Menos lobos, más ganaderos”.

Desde el estadio partió la flota de vehículos, durante unos 3 kilómetros hasta la delegación del Gobierno en Castilla y León, donde los responsables de las OPA registraron un documento de reivindicaciones. Minutos después recibía a los representantes de los agricultores y ganaderos el delegado del Gobierno, Javier Izquierdo, que se ha comprometido a trasladar las peticiones a la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera. Ribera es la principal defensora de la inclusión del lobo en el listado de especies silvestres en régimen de protección especial, lo que de facto significaría la prohibición de controlar el avance del lobo, cuando sus poblaciones ya están en aumento desde hace años, y con ellas el número de ataques al ganado, más de 2500 en el año 2020, es decir, siete al día, cuando en 2015 eran cuatro al día.

Donaciano Dujo, presidente de ASAJA Castilla y León, cargó contra la ministra Ribera por actuar “de manera premeditada, con alevosía y nocturnidad” para lograr sacar adelante una propuesta que obedece más al sectarismo ideológico que a la sensatez. No puede aprobarse un cambio tan trascendental sin escuchar a los principales afectados, los ganaderos, y sin negociar de forma prioritaria con las comunidades autónomas que tienen las poblaciones. No es lógico que regiones que nunca tendrán lobo marquen lo que hay que hacer con una especie que ni conocen ni sufren, igual que los de Castilla y León no decidimos sobre la pesca o el plátano de Canarias”.

Desde ASAJA, “no queremos que el lobo desaparezca, el lobo tiene que tener su espacio, pero no donde está el ganadero. Decir que pueden convivir es demagógico: el instinto del lobo es atacar animales y terminará por expulsar al ganado del territorio, y con él a las familias que viven de la ganadería, una de las poquísimas actividades de nuestro despoblado medio rural”. 

Por ello, las OPA han pedido al MITECO que negocie con las autonomías afectadas y con las organizaciones profesionales para mantener medidas que permitan la gestión cinegética del lobo, “medidas que, no lo olvidemos, han permitido el actual estado de una especie que ha aumentado en ejemplares y colonizado nuevos territorios, mientras que el número de ganaderías no deja de descender. Quien está en peligro de extinción son los ganaderos, no los lobos”, ha remarcado Dujo.