La comisión de Agricultura del Parlamento Europeo dio el 9 de septiembre su visto bueno a las tres normativas que componen la nueva Política Agrícola Común (PAC) que se aplicará a partir de enero de 2023 con la que el bloque quiere aumentar la contribución del sector agrario a la lucha contra el cambio climático y al Pacto Verde.

En concreto, y como puede leerse en infobae.com, el reglamento de planes estratégicos ha salido adelante con 38 votos a favor, ocho en contra y 2 abstenciones, el reglamento de Organización Común de Mercados ha sido aprobado con 40 votos a favor, 5 en contra y 3 abstenciones y el reglamento ‘horizontal’ sobre financiación, gestión y supervisión contado con el apoyo de 39 eurodiputados, mientras que siete han votado en contra y dos se han abstenido.

La reforma de la PAC debe ahora superar una votación en sesión plenaria, prevista para noviembre, y también ser aprobado por el Consejo de la UE, la institución compuesta por los Estados miembros.

Los eurodiputados y los gobiernos de la UE alcanzaron un acuerdo para reformar las normativas de la PAC a finales de junio tras tres años de negociaciones y este retraso obligó a prorrogar las normas actuales, que hubieran terminado en 2020 y al final estarán vigentes hasta finales de 2022.

A partir de 2023 se introducirá un nuevo modelo de gestión que estará basado en los planes estratégicos nacionales que elaborarán los gobiernos del bloque en función de una serie de objetivos e indicadores comunes. Estos planes tendrán que ser examinados y aprobados después por la Comisión Europea.

La otra gran novedad de la PAC que se aplicará a partir de 2023 será la introducción de los ecoesquemas, un nuevo pago que los países tendrán que ofrecer obligatoriamente a sus productores, aunque estos podrán decidir si se acogen a ellos o no.