No dejamos de soportar problemas con la fauna salvaje, que nos está invadiendo literalmente. La administración confirma que nuestras quejas y preocupaciones por el exceso de fauna silvestre son oportunas y veraces, ya que han informado que el 80 por ciento de accidentes fue provocado por esos animales en 2020. Y entre los más afectados está el sector primario, que no ha dejado de ir a las explotaciones en sus vehículos ni en los momentos más críticos de la pandemia por ser sector esencial.

Parece ser que las administraciones solamente prestan relativa atención cuando hay quejas o accidentes relacionados con el tráfico e ignoran las reclamaciones de agricultores y ganaderos, que estamos sufriendo daños y perjuicios de toda índole en los cultivos y afrontando enfermedades para la ganadería durante todo el año.

Desde nuestra organización consideramos que todo con exceso es malo, así que pedimos a la administración que controle la cabaña cinegética de nuestra provincia, ya que se están produciendo fuertes daños al profesional del campo y a la sociedad en lo que son accidentes de tráfico. Esta superpoblación puede hacer que algún día, y sin tardar mucho, nos echemos las manos a la cabeza porque algún ciudadano haya fallecido por estas causas.

Aunque haya personas que no lo sufren y además les parezca todo bucólico e idílico, y nuestra ruina e infecciones al ganado les dé lo mismo, los que trabajamos en el campo consideramos que hay que hacer descaste para esa superpoblación de caza mayor. Y nosotros cuidamos de verdad de nuestros animales y de nuestras plantas. Si hay algún ecologista de salón al que le gusten mucho los animalitos salvajes, lo tiene fácil: que arriende fincas y se dedique a la cría de corzos, ciervos y jabalíes. Los agricultores y ganaderos pagamos los impuestos correspondientes por ejercer nuestras actividades, y eso nos da derecho a protestar y a pedir soluciones para este grave problema.

Por otra parte, como agricultor estoy muy preocupado por los derroteros que toma nuestro sector en algunos aspectos. Podemos estar de acuerdo en que hay que saber incorporar las nuevas tecnologías pero al mismo tiempo creo que estamos abusando de dichas herramientas y adquirimos maquinaria que para según qué explotaciones serían útiles, pero para lo que es nuestra agricultura de secano de cereal vamos muy sobrecargados. Hay cosas que no las necesitamos y los fabricantes de maquinaria nos las meten por los ojos, con el aumento de precio consiguiente sobre lo que sería esencialmente necesario.

Estamos viendo que hay diferentes tipos de máquinas que vienen ya de serie con aplicaciones o sistemas que realmente no son imprescindibles y eso encarece el producto que compramos y lógicamente su amortización posterior. Los adelantos y la tecnología son muy útiles en su justa medida y proporción.

En esta agricultura en la que nos está tocando vivir no es lo mismo lo que nos gustaría que lo que queremos o necesitamos. Tenemos que controlar muchos de nuestros gastos ya que de no ser así no vamos a llegar al fin de la carrera, por no decir a fin de mes. Así que parte de la solución del problema no sé si la tenemos nosotros pero sí es cierto que la vamos a tener que buscar nosotros. Nadie da duros a cuatro pesetas y el campo está plagado de minas, y explotan.

CARMELO GÓMEZ SANZ

PRESIDENTE DE ASAJA SORIA