El campo español, de Castilla y León, y por consiguiente el de Soria, recibirá un duro varapalo económico si el presupuesto de la Unión Europea sale adelante con la propuesta que ha presentado la Comisión. El recorte del 9% en términos constantes se traduce en una pérdida de ayudas al sector agroalimentario y forestal, que en el caso de Castilla y León es de 693 millones de euros en el periodo de siete años, si tenemos en cuenta los importes medios que se han percibido en la etapa anterior y que son públicos. En el caso de España la merma sería de 4.309 millones y en la provincia de Soria el tijeretazo llegaría a los 53,67 millones, que es lo mismo que decir que es la cantidad de un año entero de PAC en la provincia.

Además, no hay que olvidar los fondos europeos del FEADER que no se han trasferido a los agricultores y empresas, sino que los ha ejecutado directamente la Junta o el Estado en obra pública de modernización de regadíos o nuevos regadíos, en importes que no son fáciles de cuantificar por ASAJA, y que sufrirían también el correspondiente recorte.

Del recorte en ayudas, los más afectados son los agricultores y ganaderos como perceptores del paquete más numeroso, las ayudas directas de la PAC, pero también se vería afectado el sector forestal (muy relevante aquí en comparación con otras provincias y que en Soria se lleva la mayor parte), la industria agroalimentaria y los grupos de acción local que reciben fondos del FEADER. La caída en el número de preceptores es además otro factor que hay que tener en cuenta y que en el caso de Soria el recorte puede hacer que sea más notable.

 

ASAJA Soria recuerda que las ayudas de la PAC nacieron como compensación por los precios, así que considera que la única justificación para reducir las ayudas de la PAC sería que los productores recuperasen renta con unos precios más remuneradores, pero la tendencia general siempre ha sido la contraria, e incluso se ha agravado más con la crisis económica que ha estallado con la pandemia.

El 9 por ciento del que se está hablando no afecta a todas las explotaciones de igual forma, y hay que tener en cuenta que Soria es una de las provincias con las explotaciones de media más grandes; a lo que hay que unir la amenaza de la degresividad y el pago redistributivo y que es la provincia que menos recibe de Castilla y León; lo que vaticina un episodio similar al que se padeció con la modulación.