Ayer miércoles, día 18 de septiembre, venía de Madrid e hice una parada en Villacastín a ‘tomar un vino’ con mi amigo Jesús. Ya sabéis, los que realmente me conocéis, que no me gusta marear la perdiz. Eso lo dejamos para los encantadores de serpientes, que hablan y hablan pero no dicen “na”. Sabéis que no me gusta aburriros con las bondades y deficiencias de la PAC o del cambio climático, ni quiero aparentar ser un experto en acuerdos de libre comercio como el recientemente firmado con los países de Mercosur, porque no lo soy. Soy un humilde ciudadano abulense, como todo aquel que pueda estar leyendo estas líneas. Un  abulense que lo único que desea y quiere es que haya actividad en nuestros pueblos. Un abulense que habla sin pelos en la lengua: “al pan, pan, y al vino, vino”.

Mencionaba anteriormente que ayer paraba en Villacastín, localidad de la limítrofe y hermana provincia de Segovia, a ‘tomar un vino’ con mi amigo Jesús. Y así fue, y le tomamos. Regresaba de una reunión de carácter interno que ASAJA de Ávila había solicitado a la Entidad Estatal de Seguros Agrarios (ENESA), organismo autónomo dependiente del Ministerio de Agricultura. ¿Por qué la despoblación rural es una realidad? Pues es un cóctel de distintas circunstancias, en las que todo el mundo escurre el bulto, que hacen que no sea atractivo ni rentable realizar una actividad en el medio rural. Si hablo con “medio ambiente” me dicen que a ver si los ataques de los lobos van a ser los causantes del abandono rural. Igual nos dicen cuando les planteamos la sinrazón del acotamiento de pastos a los ganaderos durante los cinco años siguientes a un incendio. Y qué hablar de la fauna silvestre y la sanidad animal, la salud pública, los daños en agricultura, o los accidentes de tráfico que causa la fauna salvaje.

Pero si nos vamos a las competencias del departamento de agricultura y la ganadería la cosa no mejora. Sin ir más lejos ayer volvía de esa reunión con la Entidad Estatal de Seguros Agrarios del Ministerio del ramo, y llegaba con la misma sensación a mi lugar de partida, a mi provincia de origen, con la gente por la que ASAJA de Ávila lucha día a día: ¿a ver si va a ser culpa la falta de coberturas adecuadas del seguro agrario de la despoblación rural? Pues sí. Es culpa de del seguro agrario que no es el adecuado en rendimientos y coberturas a las necesidades del agricultor, un seguro que ni siquiera cubre los costes de producción al productor, es culpa de unos políticos que ni permiten reducir la población de lobos ni nos dejan defendernos frente a ellos, que nos obligan a recurrir a los tribunales de justicia para reclamar lo que es nuestro, de la sin razón de que en la provincia de Salamanca los pastos afectados por incendios sean elegibles para ejercer los derechos de la PAC y en la limítrofe Ávila no, de que la fauna salvaje transmita enfermedades a nuestra cabaña ganadera, cause accidentes, devore nuestras cosechas y que estemos de manos atadas. Por no hablar de la ineficaz y maltrecha legislación que sigue permitiendo el desfase de precios de la cadena alimentaria o la madeja legislativa que impide facilitar la incorporación de jóvenes al sector y el dimensionamiento y modernización de explotaciones. ¡Pongamos todos algo de nuestra parte!

Necesitamos un seguro agrario potente, que responda a las necesidades y demandas del nosotros los agricultores y ganaderos, necesitamos administraciones y políticos que estén a la altura cuando el sector los necesitamos, como el caso de la actual sequía. ASAJA hace los deberes. ASAJA de Ávila es la única organización agraria provincial que ha solicitado ayudas extraordinarias para situaciones extraordinarias como las que lamentablemente padecemos en Ávila.

Resuelvan el problema del lobo, resuelvan el problema de los pastos y los incendios, no nos metan en más berenjenales con el Decreto de zonas vulnerables por nitrógeno. Necesitamos unos políticos y unas instituciones cercanas que nos escuchen a aquellos que luchamos y nos resistimos al abandono rural. Al presidente de la Diputación Provincial le pedimos diálogo social, interlocución y apoyo a las necesidades del sector, como son el seguro agrario y el relevo generacional. Al Delegado Territorial de la Junta: interlocución. Interlocución que pasa por convocar ya el Consejo Provincial Agrario de la provincia de Ávila que lleva sin reunirse desde el mes de marzo,  y eso, ¡con la que está cayendo! Al presidente de la Junta de Castilla y León y a los consejeros de Agricultura y de Medio Ambiente les solicitamos más interlocución, más apoyo y más “poner el cascabel al gato” en los asuntos provinciales.

 Y… ¿qué les pedimos a nuestros representantes a nivel nacional? Pues que conformen un Gobierno estable que luche por los intereses de los agricultores y los ganaderos en la Unión Europea y en el escenario internacional, que den la cara en el problema del lobo, en la sequía y en las inundaciones, un Gobierno que de la cara y ponga soluciones tangibles y reales encima de la mesa. Si el sector agrario es un sector estratégico para vertebrar el territorio rural y para hacer frente a la despoblación, demuéstrenlo señores políticos. ¡Apuesten de verdad por nuestros jóvenes!

Espero que el próximo miércoles que pare en Villacastín, a ‘tomar un vino’ con mi amigo Jesús, pueda decir que todo esto ha cambiado: que tenemos un Gobierno de la Nación estable, que la Junta de Castilla y León y la Delegación Territorial de Ávila en su conjunto están a la altura, y que la Diputación Provincial y su presidente -y por tanto el partido político que históricamente ha recibido más apoyos del sector agrario y del medio rural en nuestra provincia- están también a la altura.

Cuando vean estas líneas estarán todos ustedes en Muñana, a salir en la foto y a cortar la cinta, pero eso no es apoyar al sector agrario y al medio rural. Apoyar al ganadero y al agricultor, señores políticos, es otra cosa muy distinta. Mientras tanto salgan en la foto, que es lo que hasta que demuestren lo contrario, únicamente les importa.

*Artículo de opinión de Joaquín Antonio Pino, publicado en Diario de Ávila del jueves 19 de septiembre de 2019.