La organización pide a la Junta que reflexione y consigne presupuesto para formación, ligada a la recepción de fondos de la PAC y fundamental para contar con explotaciones competitivas

La Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (ASAJA) de Ávila impartirá con recursos propios en sus oficinas centrales de Ávila a partir del próximo lunes 10 de junio un nuevo curso de incorporación a la empresa agraria, homologado por la Junta de Castilla y León y a nivel europeo, y destinado a los jóvenes que ven en el campo su futuro profesional.  
 
En horario de mañana y a lo largo de 150 horas, los participantes recibirán formación ajustada a la programación oficial sobre gestión de la empresa agraria, producción agrícola y agropecuaria o nuevas técnicas de producción.
 
Una vez superado el examen teórico, los alumnos obtendrán un diploma de la Junta de Castilla y León que acredita la capacitación exigida para incorporarse a la agricultura y la ganadería, y posibilita la solicitud de ayudas destinadas a la inversión para poner en marcha la explotación, lo que comúnmente se conoce como ayudas a la primera instalación, que ASAJA tramita tras la realización del curso. El cien por cien de los expedientes de incorporación a la empresa agraria tramitados por ASAJA salen adelante con éxito. 
 
Además, ASAJA impartirá desde el 11 de junio durante cinco días y en horario de tarde cuatro cursos de manipulador de plaguicidas de uso fitosanitario en Arévalo, Ávila, Madrigal de las Altas Torres y Flores de Ávila.    
 
La organización profesional agraria ha vuelto a lamentar que, por segundo año consecutivo, la Junta de Castilla y León haya relegado a la “segunda división” la formación de los profesionales de la agricultura y la ganadería, destinando cero euros a la financiación de estos cursos, frente a los casi cuatro millones de euros que la Consejería de Economía concederá para este capítulo a los firmantes del conocido como “Diálogo Social” –Cecale, CC OO y UGT–.
 
De hecho, ASAJA de Ávila imparte con recursos propios esta formación, al entender que es necesario ofrecer oportunidades a los jóvenes y que su incorporación es fundamental para garantizar el relevo generacional del campo.