Con la cabeza fría

Por Donaciano Dujo, presidente de ASAJA Castilla y León

Hace un año por estas fechas el tema de conversación en el campo era lo corta que se había quedado la cosecha de cereal, que los agricultores cifrábamos en apenas cuatro millones y medio de toneladas, y como siempre la consejería un poco más arriba, sobre cinco millones. A la vez, comentábamos los buenos precios que por entonces el cereal tenía, y la pena que daba tener tan poco grano disponible para vender. El peor trago de la situación se lo llevaba el ganadero, porque las fábricas se apresuraron a subir de manera escandalosa los piensos, amparándose en la escasez de cereal. Doce meses después, nos encontramos con una situación muy distinta. Por un lado la cosecha de Castilla y León, sin ser excepcional, ha estado por encima de la media de los últimos años, rondando según todas las cifras disponibles los siete millones de toneladas. Esta cantidad supone cerca del 40 por ciento de la producción cerealista de España, un país –no olvidemos–, deficitario en esta materia prima, y que cada año tiene que importar entre seis y ocho millones de toneladas, bien de países de la Unión Europea, bien de países terceros. O sea, que sea con buena, mediana o mala cosecha, nuestro país no garantiza si quiera su abastecimiento de cereal.

Este verano lo que nos ha descolocado a los agricultores no han sido tanto los rendimientos como el inesperado vuelco que se han producido en los precios. Por poner algunos ejemplos, el precio del trigo el año pasado por estas fechas alcanzaba los 245 euros tonelada, y este año apenas llega a los 180 euros tonelada. En 2012 el precio de la cebada estaba en 232 euros/tonelada, y en estos momentos está sobre 160 euros, una bajada de entre un 30 y un 35 por ciento. Pero si nos vamos a los piensos, ese pienso cuya materia prima es el cereal, sorprende que el año pasado por estas fechas estaba a cerca de 325 euros/tonelada y ahora está en 285 euros, es decir, ha bajado un 12 por ciento, una tercera parte que los cereales. ¿Quién se queda con ese diferencial, de nuevo en perjuicio de los ganaderos?

Con toda la información de la que disponemos en ASAJA, no existe ninguna razón real que explique esta bajada tan drástica de los cereales. Incluso se da la circunstancia de que en las últimas semanas en Francia por ejemplo la cebada cotizaba a 180 euros, cuando aquí se ofrecían 160. Y eso sin considerar los costes del porte, que habrían de sumarse al cereal importado, por lo que lo lógico es que en esa proporcionalidad en España deberíamos estar hablando de 190-200 euros/tonelada. Ese posiblemente sería un precio en el que nos podríamos encontrarnos cómodos, tanto agricultores como ganaderos, si se les aplicase esa misma bajada en los precios del pienso que compran; porque no olvidemos que al final nuestro sector es agrícola y ganadero, son dos partes que deben funcionar para que el campo avance.

Por otra parte, creo que ningún agricultor profesional ha tenido ni tiene por costumbre vender al primero que llega, casi sin concluir la cosecha. Los agricultores profesionales dedicamos de siempre el verano a recolectar, no a vender, y cuando se pasan estos meses y se asientan los mercados, allá por el mes de octubre, sin apresuramientos y con la cabeza fría, comenzamos a hablar de cómo hay que ir vendiendo el cereal. Es entonces cuando el sector cooperativo, que tiene en sus manos buena parte del cereal de Castilla y León, tiene que jugar bien sus cartas para ir regulando los mercados y obtener un buen precio final de campaña. Es el sector productor el que tiene que marcar los tiempos, no los almacenistas, fábricas de piensos, intermediarios y multinacionales cuyo afán es “hacer el agosto” a costa de nuestro trabajo. Para que el campo de Castilla y León sea, como es, motor de la economía y del empleo regional, tiene que lograr una rentabilidad, y ésta no se obtiene sólo por unas altas producciones, sino por unos precios justos. No se trata tanto de presumir de toneladas, sino de que se vendan bien. 

 

* Donaciano Dujo es presidente de ASAJA Castilla y León

Asociación Agraria – Jóvenes Agricultores