Los puntos sobre las íes

Por Donaciano Dujo, presidente de ASAJA de Castilla y León

No estábamos acostumbrados los que llevamos ya unos años en la palestra del sector agrícola y ganadero a que dos administraciones, autonómica y nacional, y menos siendo del mismo partido o color político, tuviesen un enfrentamiento como el que en último mes se ha agudizado entre el Gobierno de Castilla y León, con la consejera Silvia Clemente en cabeza, y el ministro Miguel Arias Cañete. La raíz del problema no es pequeña, puesto que está en la financiación que ambas administraciones conceden al programa de desarrollo rural, cuyas líneas de 2012 hoy por hoy están prácticamente todas sin ser abonadas a los agricultores y ganaderos. Estamos hablando de ayudas tan importantes como la dirigida a explotaciones en zonas desfavorecidas, incorporaciones jóvenes, mejora explotaciones, programas agroambientales, regadíos…

Cuando hay un problema, la única forma sensata de actuar es reconocerle, sentarse a dialogar y buscar la manera de poder resolverle. Pero la postura del ministro ha estado a años luz del diálogo, ha “negado la mayor” (como si en realidad no existiera el retraso del pago de las ayudas, que bien conocen y padecen nuestros agricultores y ganaderos) y ha preferido trasladar el problema a la administración de Castilla y León. Ante este desaguisado, hemos visto a la consejera de agricultura, respaldada en todo momento por Juan Vicente Herrera, el presidente de la Junta, haciendo frente a sus compañeros de partido en Madrid. Una imagen inusual, que rompe con esa sumisión y “sí bwana” permanente que durante muchos años el gobierno de Castilla y León ha practicado con los líderes nacionales del PP, que gustaban decir eso de que nuestra región era “un granero de votos seguros” para su formación. En este contexto de crisis creo que estamos viendo al mejor Herrera de su legislatura, a lo mejor porque ya no espera recibir la recompensa de ningún puesto político, ni tiene ninguna ambición, por lo que ha recuperado las ganas y la libertad para defender sin miedo a represalias a la tierra que representa, que es Castilla y León.

El Sr. ministro ya es viejo conocido de este sector. No olvidemos que en la última legislatura del anterior gobierno de Aznar ya ocupó la cartera de Agricultura, y en ese periodo su trayectoria fue bastante positiva, impulsando su imagen como un hombre de expresión campechana y conocedor de la materia, y además bien relacionado dentro de Europa. Nadie podía decir que por su perfil no era el idóneo para ser ministro de agricultura, pero tampoco olvidemos que tuvo ya entonces sus enfrentamientos con el sector agrícola, y con nuestra organización en particular, incluso llegando en algún momento sus paisanos de nuestras organizaciones andaluzas a pedir su dimisión.

Desde Castilla y León en esta legislatura compartíamos la idea de que Miguel Arias Cañete era un contrapunto necesario en el gobierno, pero nos hubiese gustado mucho más –y así lo dijimos en ese momento– que Mariano Rajoy le hubiera otorgado el área de Exteriores, como punta de lanza de las negociaciones de la PAC. Y visto lo visto estábamos en lo cierto. En apenas año y medio de esta legislatura, ya ha tenido dos enfrentamientos graves con Castilla y León. Hace solo unos meses, tuvo en vilo a todo el sector porcino regional, y hubo un rechazo de las propias Cortes de la Comunidad a un proyecto que destruía nuestro sector ibérico. Y ahora, cuando apenas han pasado unos meses de aquel escollo, el mismo Herrera tiene que poner “los puntos sobre las íes” al ministro para que quede claro que hay una cuenta endiente con nuestro sector agrario y ganadero y los fondos de desarrollo rural.

 

* Donaciano Dujo es presidente de ASAJA de Castilla y León

Asociación Agraria – Jóvenes Agricultores