Unidad de mercado

Por José Antonio Turrado, secretario general de ASAJA Castilla y León

 

La unidad de mercado es un concepto sobre el que se ha configurado la políti­ca agraria comunitaria y eje, por tanto, de la reforma adoptada en el mes de junio que se plasmará en breve en los correspondien­tes reglamentos. Este concepto quiere decir que los productos agrarios han de circular li­bremente por los 28 países de la Unión y que no se pueden hacer trampas para que unos agricultores tengan más ventajas competi­tivas que otros, más allá de lo que es la for­ma como cada uno gestione sus recursos. Si todos asumimos que las reglas del juego de­ben de ser las mismas para quienes nos de­dicamos a producir alimentos, debemos de poner los mecanismos para que efectivamen­te esa cuestión se cumpla, porque por ahora no es así. No es asumible que unos agriculto­res tengan la obligación de cotizar a la Seguri­dad Social y que otros no, porque eso supone para los primeros una desventaja competiti­va de más de 3.000 euros al año, ni es asumi­ble que haya agriculturas que no se declaren ante la Agencia Tributaria, como no es defen­dible tampoco que pueda haber dos explota­ciones colindantes con asalariados, y en una estén declarados mientras en la otra no. Por eso, cuando la consejera de Agricultura de la Junta de Castilla y León, respaldada por todas las organizaciones agrarias, ha ido a Madrid a defender que la agricultura activa sea la que se ejerce por quienes están en regla y cotizan a la Seguridad Social, lo que ha hecho es apos­tar por un modelo profesional, apostar por la unidad de mercado poniendo un punto de partida igual para todos. A los mismos dere­chos, las mismas obligaciones, es una máxi­ma que no parece que requiera muchas expli­caciones, pero al parecer algunos dirigentes agrarios, de esta casa y de otras, y sobre todo muchos dirigentes políticos, no la entienden cuando se trata de legislar para una distribu­ción más justa de los fondos públicos, en este caso europeos.

Y esa unidad de mercado, con condicio­nes iguales para todos, justifica que hay que ayudar más a quienes más lo necesitan. Por eso desde ASAJA de Castilla y León quere­mos que se mejoren los apoyos a los jóvenes, que se den ayudas directa a los sectores me­nos beneficiados por esta nueva PAC, que se incremente el valor de los derechos en las zo­nas con limitaciones naturales que ocupan toda la periferia de Castilla y León, y que en el nuevo periodo haya una apuesta clara y decidida para la modernización del campo. Para esa unidad de mercado en condiciones homologables necesitamos buenas infraes­tructuras, regadíos modernizados, renovar periódicamente nuestro parque de maquina­ria, invertir en estructuras de comercializa­ción y favorecer el relevo generacional. Para esto hace falta una sólida partida de fondos destinados al desarrollo rural que cuente con la cofinanciación del Estado y de la Junta, y que se ejecute íntegramente en los próximos seis años.

Las decisiones que se tomen en los próxi­mos meses marcarán el futuro del campo en los próximos años. Espero que quienes las to­men sean honrados, capaces, valientes, que no le muevan otros intereses que los de bus­car el bien general del campo, y que tomen decisiones pudiendo mirar a los ojos de las familias que viven en los pueblos y sacan la agricultura de este país adelante, las que tie­nen callos en las manos y las tiene fichadas la Seguridad Social.

 

* José Antonio Turrado es Secretario Gral. de ASAJA Castilla y León

Asociación Agraria – Jóvenes Agricultores