ASAJA de Castilla y León considera injustas las críticas de la consejera de Agricultura, Silvia Clemente, a las organizaciones agrarias, por haber estimado cifras de cosecha que no son concordantes con las que proporcionan las diferentes comisiones provinciales de Estadística Agraria.

ASAJA DE CASTILLA Y LEÓN SE RATIFICA EN SUS PREVISIONES DE COSECHA, MÁS BAJAS QUE LAS QUE DA LA CONSEJERÍA 

ASAJA de Castilla y León considera injustas las críticas de la consejera de Agricultura, Silvia Clemente, a las organizaciones agrarias, por haber estimado cifras de cosecha que no son concordantes con las que proporcionan las diferentes comisiones provinciales de Estadística Agraria. Si bien ASAJA valora muy positivamente que la consejera haya modificado las normas de funcionamiento de dichas comisiones, para dar cabida a las organizaciones profesionales agrarias en función de su representación, no es menos cierto que dichas organizaciones están en minoría en un órgano copado por los jefes de sección y de secciones agrarias comarcales dependientes del Servicio Territorial. En definitiva, el papel de las organizaciones agrarias es el de manifestar una opinión que raras veces es tenida en cuenta, ya que los datos que se reflejan son los que aportan los funcionarios y por tanto en ningún momento se puede hablar de “datos consensuados”. ASAJA ha pedido que se haga un trabajo más fino de aforos, siguiendo procedimientos reglados comúnmente acepados, cuestión que todavía no se ha conseguido y en la que hay grandes diferencias según provincias. 

ASAJA de Castilla y León se ratifica, al día de hoy, y deseando que las previsiones no empeoren, en su avance de cosecha de 4.675.000 toneladas de grano en toda Castilla y León, lo que supone una caída del 37,27% respecto al año 2013 y del 24,68% respecto a la media de los últimos diez años. La organización agraria coincide con la consejera en señalar el sur de la comunidad, en particular las provincias de Valladolid, Ávila y Segovia, como las más castigadas por la climatología, así como en su diagnóstico de atribuir parte de las pérdidas a enfermedades fúngicas cuyos agentes causales han respondido mal a los tratamientos fitosanitarios. ASAJA culpa también a la Consejeríade Agricultura de no haberse dotado de mecanismos “de alerta temprana” sobre esta y otras enfermedades de los cultivos y dar orientación a los agricultores para atajar el problema de forma rápida y eficaz.