LABORATORIOS IMPARCIALES EN LA INDUSTRIA AZUCARERA

Con motivo del cierre de las fábricas azucareras de Monzón de Campos y Benavente, acordado entre Azucarera Ebro y el Comité Intercentros y contando con el apoyo tácito del Gobierno de la nación; se presentó la ocasión al sector agrario de participar «a los postres» y negociar contrapartidas que atenuasen la incidencia negativa de dichos cierres fabriles en los intereses remolacheros.

LABORATORIOS IMPARCIALES EN LA INDUSTRIA AZUCARERA

José Antonio Turrado Fernández*

Con motivo del cierre de las fábricas azucareras de Monzón de Campos y Benavente, acordado entre Azucarera Ebro y el Comité Intercentros y contando con el apoyo tácito del Gobierno de la nación; se presentó la ocasión al sector agrario de participar «a los postres» y negociar contrapartidas que atenuasen la incidencia negativa de dichos cierres fabriles en los intereses remolacheros. Fruto de encuentros previos con cada una de las OPAS la empresa fue haciendo propuestas que de entrada mejoraron sensiblemente las ofertadas con motivo del cierre de otras fábricas, aunque no se consideraron suficientes como para dar un consentimiento a la decisión de cerrar dos de los seis centros de molturación de remolacha en la región.

Decidido el cierre, ASAJA se mostró partidaria de seguir negociando, mientras que el resto de OPAS consideraron que lo más rentable era mantenerse al margen y criticar cualquier tipo de acuerdo al respecto. Y reconozco que en mi responsabilidad de secretario general de ASAJA de Castilla y León advertí, como no podría ser de otra manera, que todo tipo de acuerdos, y en concreto este, eran negativos para una organización que cada cinco años se tiene que medir con el resto en las elecciones a Cámaras Agrarias, lectura que sin duda es la que han hecho COAG y UPA. Pero hecha la advertencia, seria advertencia por otra parte, he compartido la decisión de la mayoría dentro de la casa de tratar de lograr un buen acuerdo para los remolacheros aun a costa de perder puntos como organización en la intención de voto y de tener que dar unas explicaciones que a otros les son sobradas.

No voy a insistir en las contraprestaciones para el sector remolachero que adicionalmente ha conseguido ASAJA, públicas ya todas ellas, pero sí me quiero detener en una: la modernización y acreditación de los laboratorios interprofesionales remolacheros en las cuatro fábricas que le quedan a Azucarera Ebro en Castilla y León. Desde antes de los tiempos del ministro Cabestany llevan funcionando en las azucareras unos laboratorios en los que no se ha invertido ni un euro en tecnología, y ni tan siquiera en lavarles la cara. Unos laboratorios donde la industria es juez y parte, y en los que las organizaciones agrarias participamos de comparsa dando por buenos unos resultados analíticos de los que depende en una gran medida el dinero que el remolachero va a percibir por su producto. Los acuerdos interprofesionales no han variado la forma de hacer las cosas que beneficia escandalosamente a una de las dos partes que los firma, que es la industria, y la administración ha visto siempre el problema como algo ajeno, pero las mayores quejas del sector remolachero campaña tras campaña han tenido siempre que ver con unos resultados analíticos que le meten la mano en el bolsillo.

Ante esta situación, tengo que decir que me siento eufórico tras el acuerdo alcanzado por parte de ASAJA con Azucarera Ebro, siendo garante del mismo el consejero de Agricultura, según el cual se modernizarán y acreditarán por organismo acreditativo, y para la norma que corresponda, todos los laboratorios de análisis de remolacha de las cuatro fábricas de Castilla y León. Esto no es ese laboratorio interprofesional único que ASAJA demanda, pero se acerca mucho a un sistema imparcial que utilice la mejor tecnología, las más correctas técnicas, el personal mejor instruido, sea imparcial, y esté todo ello controlado por un tercero.

Y quien así opina no es tan ingenuo como para pensar que está todo conseguido y que mañana los laboratorios van a funcionar como un reloj suizo. Mañana seguirá habiendo problemas, y es seguro que Azucarera Ebro querrá echarse para atrás, querrá que se produzcan demoras, y querrá burlar todos los sistemas, pero el proceso de acreditación de los laboratorios es, gracias a ASAJA, algo ya imparable.

León, 29 de agosto de 2003

*Secretario general de ASAJA de Castilla y León