No entienden nada

Hay políticos que no entienden nada de lo que ocurre a su alrededor, o lo que es peor, saben lo que ocurre y se esfuerzan en distorsionar la realidad para que llegue a los ciudadanos de forma distinta.

No entienden nada

Hay políticos que no entienden nada de lo que ocurre a su alrededor, o lo que es peor, saben lo que ocurre y se esfuerzan en distorsionar la realidad para que llegue a los ciudadanos de forma distinta. Mira que le costó caro a Zapatero reconocer que en España había una crisis.  Pues bien, a escala menor, mira que le ha costado al ministerio de Agricultura y a la consejería de Agricultura, reconocer que existe una crisis en el sector de la leche de vacuno. Ahora la realidad es tan evidente, que ya no pueden mirar para otro lado, pero no será porque no hayan tratado de negarlo durante meses y de minimizarlo todavía hasta el día de hoy. En esta crisis, el sector ganadero ha tirado hacia el ministerio de Agricultura y hacia Bruselas, por entender que se trata de un problema global que requiere de soluciones comunes para el amplio territorio de un país o de toda la Unión Europea. Pero a veces los políticos se preocupan cuando no te metes con ellos, pues sabedores de que no es porque lo estén haciendo bien, rápidamente piensan que los ignoras, que los haces  de menos. Y esto es sin duda lo que le ha ocurrido a la consejera de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León, Milagros Marcos, que a las críticas de las organizaciones agrarias y cooperativas dirigidas sobre todo al ministerio, ha respondido con su paquete de medidas para aliviar las economías de los productores de leche. Salió el pasado sábado con una nota de prensa anunciando subvenciones cuando nadie le ha pedido subvenciones, y para más despropósito, anunciando una medida de la PAC, por tanto harto conocida, que gestiona la Junta, autoriza el Gobierno de la nación, pero que paga la Unión Europea. Pues muy bien, señora Consejera, ha sacado usted la patita diciendo “aquí estoy yo con mí maletín de billetes”, pero me temo que lo que ha hecho es meter la pata. Si quiere más protagonismo en el conflicto lácteo, el sector productor estará dispuesto a dárselo, así que vaya preparándose para dar la talla. Y dar la talla es poner mediada para que el precio de la leche repunte, no prometer subvenciones con los impuestos de todos los europeos.

 

* Artículo de opinión de José Antonio Turrado publicado en La Nueva Crónica el viernes 14 de agosto de 2014.