La organización agraria ASAJA de León ha criticado hoy en rueda de prensa la decisión unilateral de AB Azucarera, S.L. de reducir el precio de la remolacha hasta situarlo en 26 euros por tonelada, lo que supone unas pérdidas entre 6,5 y 8 euros por tonelada dependiendo de los diferentes tipos de cultivadores. El recorte del precio representa unos menores ingresos para el sector remolachero de la provincia de 3,7 millones de euros, un sector que abarca a 625 cultivadores que sembraron en 2018 un total de 5.715 hectáreas de remolacha.
La reducción en el precio impuesta por AB Azucarera es del 20% respecto al valor en factura del producto, y del 15,5% si se tiene en cuenta el valor del producto más el de las subvenciones acopladas al cultivo (unos 900 euros por hectárea, equivalente a 9 euros por tonelada).
ASAJA considera que AB Azucarera ha incumplido de forma unilateral el Acuerdo Marco Interprofesional firmado en 2015 para un periodo de 5 años. Siendo cierto que los mercados internacionales del azúcar están a la baja, y siendo cierto que la cuenta de resultados de la compañía se ha resentido en los últimos ejercicios, no es menos cierto que en el resto de campañas los balances han sido muy positivos y han supuesto retornos millonarios vía dividendos. En el penúltimo ejercicio fiscal ya cerrado, el que va del 1 de octubre de 2016 al 30 de septiembre de 2017, la compañía ganó 28,9 millones netos. Entre el los años 2015 y 2016, los dueños de la empresa repartieron en dividendos reservas por importe de 60 millones de euros.
ASAJA considera que igual que el sector remolachero aguanta como puede los años de malas cosechas o malos mercados, la empresa azucarera debería de soportar contra su balance las pérdidas coyunturales por la situación de los mercados internacionales del azúcar, y sobre todo cumplir los compromisos que asumió con las organizaciones de los agricultores, con el Estado y con la Junta de Castilla y León.
La decisión de bajar el precio de la remolacha traerá como consecuencia una menor siembra, una menor producción, y un menor aprovisionamiento por parte de Azucarera, dejando sus plantas fabriles desabastecidas, lo que pone en peligro la propia viabilidad de dichas fábricas y como consecuencia el empleo. En el ejercicio 2016/2017 la compañía empleó en todos su centros de trabajo un número medio de 868 trabajadores, con un coste en personal de 45 millones de euros, a una media de 51.800 euros por trabajador. Dos miembros del Consejo de Administración cobraron, como directivos, 853.000 euros. Cuatro personas de alta dirección recibieron una remuneración de 1.381.000 euros, y disponen de indemnizaciones pactadas equivalentes a 1 ó 2 anualidades según los casos.
León, 5 de diciembre de 2018.