Recientemente se ha publicado en el portal de transparencia de la Junta de Castilla y León las millonarias ayudas que cada año se reparten a los medios de comunicación con criterios no siempre objeticos y a veces espurios. Todo esto pasaba por la mano del entonces vicepresidente de la Junta, José Antonio De Santiago Juárez, quién ahora, desde un cargo irrelevante de concejal raso en la oposición del ayuntamiento de Valladolid, reclama para esa ciudad el reconocimiento institucional de capital de la autonomía. Pues bien, creo que el señor concejal no tiene un especial interés en el reconocimiento de una capitalidad que no impulsó cuando tuvo la ocasión política, y que ahora lo hace para buscar notoriedad dentro y fuera de su partido político. Debe de ser muy duro pasar de mandarlo todo a no mandar nada, de repartir millones en ayudas públicas y decidir en adjudicaciones, a no tocar más dinero que las dietas por asistencias a los órganos de gobierno del ayuntamiento vallisoletano, que seguramente le parecen escasas. Seguro que es duro, pero el problema no está en el cambio de ciclo, que en política se debe de dar por descontado, el problema está en la persona que no sabe adaptarse, el problema está en quienes llegaron a la política ya mandando y no haciendo una larga travesía del desierto en la oposición. Así las cosas, cuanto más critiquemos la propuesta de De Santiago, más se crecerá cada vez que algún periodista le acerque un micrófono, periodista, por cierto, que ahora ya no tendrán que consultar en redacción el trato que ha de dar al personaje. Y dicho esto, que De Santiago y otros acólitos no se preocupen tanto, que Valladolid ya es la capital de Castilla y León, lo mismo que podemos afirmar que Valencia de Don Juan es la capital del bajo Esla. Es la capital por su abrumadora diferencia poblacional, por su privilegiada situación geográfica, por centralizar todos los organismos de la Junta con sus funcionarios incluidos, por tener una envidiable estructura industrial y de servicios, y por tener las mejores comunicaciones. Política de la Junta.
*Artículo de opinión de José Antonio Turrado publicado en La Nueva Crónica del viernes 6 de septiembre de 2019.