En la producción ganadera hay razas que han desarrollado un potencial productivo muy superior a otras, lo que las ha convertido en más rentables y  consecuencia de ello sus censos se han incrementado a la par que los de las menos productivas se han reducido hasta extremos, en algunos casos, de llegar al riesgo de extinción. Con carácter general las más productivas son las foráneas y las que se extinguen son las autóctonas, que se terminan sosteniendo a base de subvenciones casi con el único fin de preservar lo que se considera una riqueza genética. Esto ocurre tanto en la producción de carne como en la de leche, más si cabe en esta última, y ocurre con especies distintas, como por ejemplo el ovino, el caprino o el vacuno. Nos podemos centrar en el ovino  de leche y en las dos razas más significativas: la Churra y la Assaf. La raza Churra es nuestra raza autóctona de producción de leche de toda la vida, mientras que la Assaf es una raza importada hace varias décadas que se ha ido mejorando genéticamente en nuestro país, en nuestra comunidad autónoma. Probablemente el ochenta por ciento de la leche de oveja de nuestra provincia, o de nuestra autonomía,  proceda de la Assaf,  el resto de la Churra y la Castellana, autóctona esta última también, o de ejemplares mestizos. El mercado manda, y el ganadero ha tenido que olvidarse de romanticismos y utilizar las mejores herramientas para competir en el mercado, entre otras la raza. Y los números son tozudos, pues el pasado año la media de producción de las ovejas Assaf en control lechero fue de 583 litros por lactación, en segundo parto o más, mientras que la media en la raza Churra se quedó en 158 litros. A favor de la autóctona, quizás algo de mejor calidad, más rusticidad, más longevidad, pero que en todo caso no compensa las grandes diferencias. La mayor calidad de las razas autóctonas, cuando existe, que no siempre, el mercado no la paga, no la valora. Se impone el volumen y los menores costes, por lo que todo el trabajo y la inversión van en ese sentido, van hacia ese objetivo.

*Artículo de opinión de José Antonio Turrado para La Nueva Crónica del viernes 5 de abril de 2024.