UNOS TIENEN EL PARLAMENTO Y OTROS TENEMOS LA CALLE

Artículo de opinión: Necesariamente tengo que discrepar de la versión del poder oficial establecido sobre la manifestación de ganaderos de ayer domingo en Valladolid.

Artículo
de opinión

 

UNOS
TIENEN EL PARLAMENTO Y

OTROS
TENEMOS LA CALLE

José
Antonio Turrado*

 

N

ecesariamente
tengo que discrepar de la versión del poder oficial establecido sobre la
manifestación de ganaderos de ayer domingo en Valladolid. En opinión mía, en
opinión de ASAJA y estoy seguro que de todos los que ven las cosas con
objetividad, ayer una gran mayoría del ya minoritario sector vacuno de leche de
Castilla y León manifestó su protesta ante una injusta situación de
hundimiento de los precios que está poniendo al borde de la quiebra a
centenares de ganaderías. Responsables de la situación son las industrias
lecheras que campan a sus anchas imponiendo precios y condiciones, y responsable
es la administración regional y nacional que se pone de parte de los que ayer
exponían los productos lácteos en la Ferian Alimentaria y no de parte de los
ganaderos que ordeñan las vacas.

 

Ya sé
que es molesto que los ganaderos de toda la región le hayan ido a fastidiar la
mañana al presidente del Gobierno regional y a todo el séquito que lleva a su
lado para decirle en cada momento lo bien que lo hace y lo agradecidos que
tenemos que estarle todos por gobernarnos. Pero no menos nos molesta a las
gentes de a pie, las que no tenemos la tribuna del Parlamento para expresarnos y
pedir cuentas al que nos gobierna, que nos quieran quitar también la calle para
decir libremente lo que pensamos y exigir mejoras sociales y económicas como
colectivo que somos.

 

Ayer
en Valladolid, los ganaderos desarmados y sus representantes, tuvimos que sufrir
el cerco de las Fuerzas de Seguridad del Estado con la consigna de acallarnos y
de que no molestásemos a sus señorías los que mandan. Y el sector ganadero
utilizó los medios que tenía, que eran poco más que las palabras, la
imaginación y algunas carreras para que se viesen las pancartas que habían
llegado desde nuestros pueblos. Y hubo incidentes, claro que los hubo, aunque
nos faltó un poco de teatro para presentarnos en un centro médico a curar
alguna herida y presentar denuncia que le hubiese sacado los colores a más de
uno. Y protagonicé una anécdota que cada cual puede enjuiciar como quiera, y
que sin duda da juego tanto a los miles de amigos como a algún enemigo que sin
duda tengo en casi veinte años de actividad sindical en el mundo agrario –los
enemigos creo que fuera del sector ganadero–, anécdota que consistió en
enseñar el trasero a un policía que acababa de medírmelo, y con cierta saña,
con su porra.

 

Me
atizó un policía un porrazo y sencillamente me sentó mal. Me sentó mal
porque atentó contra mi dignidad como persona humana, porque me pareció un
porrazo en toda regla de los señoritos que estaban a un lado de la calle en el
trasero de toda la gente humilde que al otro lado cercaba la Policía. Y sé que
puede estar feo lo que hice, pero también sé que ni me arrepiento ni lo haré
jamas, porque lo hice como un acto de rebeldía contra los poderosos, contra
quienes quieren quitárnoslo todo, incluso la calle.

 

Y solo
pido un deseo, que estoy seguro que quienes me conocen me lo concederán por
mérito propio. Quiero que en el pie de foto que se guarde en los archivos de
los diarios y de la agencia Efe rece textualmente " José Antonio Turrado,
que nunca se ha bajado los pantalones, le enseña el culo al Gobierno".

 

Espero
que ustedes me comprendan.

 

 

*José
Antonio Turrado Fernández es secretario general de ASAJA Castilla y León