La superficie de viñedo de la Comunidad se ampliará el próximo año en 889 hectáreas, de las que 584 corresponderán a la Denominación de Origen (DO) Ribera del Duero (65,6 por ciento) y 235 (26,4) a la DO Rueda.

La DO Toro contará con 36,7 hectáreas nuevas; Bierzo, con 4,18, mientras que Cigales sumará 3,17; Vinos de la Tierra de Castilla y León, 12,4; Tierra de Vino de Zamora, un total de 6,7 y Arribes, 2,8. En total, la Junta había solicitado al Gobierno un total de 2.900 hectáreas nuevas.

Aquellos viticultores que deseen plantar viñedo y optar a estas ayudas podrán realizar la conversión de sus derechos vigentes hasta 31 de diciembre de 2020 en autorizaciones de plantación, o bien, tendrán la opción de arrancar viñedo viejo propio para así obtener la autorización de replantación para la nueva plantación.

El plazo de presentación de las solicitudes finaliza el día 23 de agosto y deben describir todas las operaciones a realizar así como la fecha prevista de finalización de ejecución. Esta convocatoria, según recalcó Marcos, establece un nuevo escenario para que la viticultura de Castilla y León siga ocupando una posición ventajosa en los mercados, posibilita la realización de nuevas plantaciones garantizando un crecimiento más sostenible y con un efecto positivo para el sector, lo que va a permitir aumentar la competitividad de los productos vitivinícolas que se elaboran en la Comunidad.