Mañana se celebra en Bruselas una reunión de la Sección de Agricultura, Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Consejo Económico y Social Europeo a la que, además de los consejeros de este órgano –entre ellos el presidente de ASAJA, Pedro Barato–, asistirán como invitados varios ponentes, como el consejero de Agricultura de Castilla y León, José Valín.

Estos días vuelven a la actividad las instituciones europeas, con un tema principal en sus agendas, la reforma de la Organización Común del Mercado del Azúcar. Mañana se celebra en Bruselas una reunión de la Sección de Agricultura, Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Consejo Económico y Social Europeo a la que, además de los consejeros de este órgano –entre ellos el presidente de ASAJA, Pedro Barato–, asistirán como invitados varios ponentes, como el consejero de Agricultura de Castilla y León, José Valín.

Días después, concretamente el 12 de septiembre, el tema será tratado en el Parlamento Europeo, en una audiencia en la que participan como ponentes José Ángel Alegría, por parte de ASAJA y de la Confederación Nacional de Remolacheros, y también Carlos Rico, presidente de ACOR, entre otros.

Aunque la capacidad de influencia del Parlamento Europeo, y más aún del CES, es limitada, puesto que son la Comisión y el Consejo Europeo quienes deciden, ASAJA subraya la importancia de que en estos debates se exprese con la suficiente contundencia la gravedad de la situación. “No basta con lograr tibios compromisos de futuro para la remolacha. Tiene que quedar claro que si no se para la reforma concebida actualmente, no hay futuro posible para el sector español y de Castilla y León”, apunta ASAJA. En este sentido, la organización recalca el peligro “de que nos demos por satisfechos porque nos den unas palmaditas en la espalda, sin que cambie en lo esencial el documento pergeñado por la Comisión”.

ASAJA manifiesta su temor ante declaraciones “hechas a la ligera, como las de la ministra de Agricultura hace unos días, que confían cambiar en dos patadas la postura de países como Francia y Alemania, porque una cosa es que no les guste el contenido del documento de reforma y otra que les guste lo mismo que a España”. Por el momento, y pese a esos cantos de sirena, no existen razones para el optimismo, por lo que ASAJA pide a nuestros gobernantes que no bajen la guardia.