A pesar del mercadeo de votos, conseguimos un 18%

La organización agraria ASAJA, que compartía candidatura con el sindicato CSICA a las elecciones a Caja España celebradas en el día de hoy, lamenta el espectáculo que se ha dado a la puerta de los cuatro colegios electorales con la compra de votos por parte de las candidaturas encabezadas por Pedro Conde y Santos Llamas. Para ASAJA se trata de un delito consentido por las Fuerzas de Seguridad, que no han hecho nada para impedirlo, así como por la Comisión Electoral de Caja España.

Mientras la candidatura de Pedro Conde daba 100 euros en metálico por voto, la de Santos Llamas invitó a comer, dio regalos, y pagó viajes (avión desde Madrid y autobús desde Ponferrada por citar dos ejemplos), por lo tanto han estado ambas a la misma altura, con la diferencia de que Pedro Conde no hizo otra cosa que seguir la estrategia del constructor Santos Llamas, que irrumpió desde el primer día de campaña con estas artes.

Para ASAJA, tanto los integrantes de una candidatura como los de la otra han quedado moralmente deslegitimados para presidir Caja España, y tanto el Partido Popular como el PSOE tendrán que explicar porqué han sido cómplices de unas prácticas a todas luces reprobables y posiblemente delictivas.

Respecto a los resultados, ASAJA-CSICA se considera una víctima del mercadeo de votos. Aun así, haber obtenido un 15 por ciento de los sufragios es un buen resultado para quienes lo han tenido todo en contra.

Este porcentaje, conseguido únicamente con trabajo y respeto a la legalidad, convierte en necesaria a esta candidatura de cara a la negociación, tanto ahora como el próximo año, cuando se renueven el resto de los consejeros, después de las municipales y autonómicas.

Santos Llamas, con el apoyo de la patronal, el PP, el PSOE, la UPL, los sindicatos de clase, la Coag y otras organizaciones económicas y sociales, se ha quedado con el 46 por ciento de los votos, y solo obtuvo mayoría absoluta en la provincia de León, cuando las previsiones de esta candidatura eran las de una hegemonía absoluta.

Ante esta situación, se presenta un panorama en el que los pactos serán imprescindibles, sobre todo a la hora de elegir el nuevo Consejo de Administración. ASAJA escuchará a todo el mundo, a unos con más entusiasmo que a otros, y hará lo que haga falta por el bien de Caja España, poniendo como única condición el no traicionar ninguno de los principios que inspiraron está candidatura.