Tras conocer la decisión del Ministerio de Medio Ambiente de rebajar la cota de la presa de Castrovido (Burgos), de los 77 metros previstos en el proyecto inicial a 66 metros –lo que supone una disminución de la capacidad del embalse de 82 a 48 hectómetros cúbicos-, el presidente de ASAJA, Donaciano Dujo, ha asegurado que lo que la ministra Narbona pretende es “hacer una charca de ranas en vez de un pantano para solucionar la problemática del agua en los municipios afectados de Burgos y Palencia”.

Tras conocer la decisión del Ministerio de Medio Ambiente de rebajar la cota de la presa de Castrovido (Burgos), de los 77 metros previstos en el proyecto inicial a 66 metros –lo que supone una disminución de la capacidad del embalse de 82 a 48 hectómetros cúbicos-, el presidente de ASAJA, Donaciano Dujo, ha asegurado que lo que la ministra Narbona pretende es “hacer una charca de ranas en vez de un pantano para solucionar la problemática del agua en los municipios afectados de Burgos y Palencia”.
En opinión del presidente de la organización agraria, esta decisión “única y exclusivamente obedece al ahorro de fondos presupuestarios destinados a Castilla y León, que se desviarán a otras comunidades autónomas para pagar favores políticos”.
A criterio de Donaciano Dujo, “si ésta va a ser la forma de actuar de la ministra de Medio Ambiente en el futuro, le pido que deje paso a otra persona que entienda, solucione y propicie los mecanismos y fórmulas necesarios para que los regadíos de Castilla y León se puedan completar y servir así como solución económica y social para muchas explotaciones de esta región”.
ASAJA considera que los nuevos parámetros del embalse no permitirán consolidar los regadíos previstos (4.500 hectáreas en Burgos y 1.500 en la zona sur de la provincia de Palencia) ni evitar el periódico desbordamiento del Arlanza, ni las pérdidas que causan las avenidas desde el cauce sobre cultivos, caminos, tierras y otras propiedades.
Además la organización agraria recuerda los temores expresados hace sólo unos días a este respecto, cuando indicó que “al hilo de los argumentos medioambientales, el Gobierno aprovecharía la coyuntura para ahorrarse presupuesto”, ya que el diseño final es un 70 por ciento más barato.