Lo más complicado de aplicar es la generalización de los contratos de compra de la leche por las industrias a los ganaderos, “puesto que ahí es donde entra el factor precio: el sistema de contratos no es bueno o malo por sí mismo, el problema es que se fijen precios dignos por el litro de leche».

La Asociación Agraria Jóvenes Agricultores ASAJA de Castilla y León ha calificado como “un paso en la dirección correcta” el convenio suscrito esta mañana por el Ministerio de Agricultura, 14 industrias lácteas y 9 empresas de distribución que controlan en un porcentaje muy alto el mercado de la leche en nuestro país. El objetivo del acuerdo es evitar la destrucción de valor de la leche y lograr una mejora de las condiciones de todos los agentes que intervienen en cada una de las fases del proceso de suministro, sin que esto vaya en detrimento del consumidor.

Para ASAJA, “es positivo que por fin la Administración, industria y distribución sean conscientes de que el sector productor está en el límite de la sostenibilidad, porque como repetidamente ha denunciado nuestra organización el incremento de los costes no son compensados por el precio obtenido”. Igualmente, ASAJA entiende que es “bueno que se identifiquen los envases de leche que contienen leche de origen español.

En principio, lo más complicado de aplicar es la generalización de los contratos de compra de la leche por las industrias a los ganaderos, “puesto que ahí es donde entra el factor precio: el sistema de contratos no es bueno o malo por sí mismo, el problema es que se fijen precios dignos por el litro de leche”, subraya ASAJA, que añade que estará “vigilante” para comprobar el seguimiento y cumplimiento de los puntos contenidos en este acuerdo, “en el que el ministerio tiene que ejercer como garante de los derechos de los ganaderos”.

Por último, ASAJA valora que en el acuerdo los comercializadores de leche “admitan el error en el que han estado estos años, al devaluar la leche para utilizarla como un producto gancho del consumidor, hasta llevarla a esta situación, de márgenes imposibles incluso para ellos, que ahora señalan que la percepción del valor de este producto tan básico exige una “reorientación estratégica”. La lástima es que estos cambios llegarán tarde para los ganaderos que ya se han visto forzados a abandonar la actividad”, concluye ASAJA.