ASAJA de Castilla y León ha pedido a la Consejería de Agricultura y Ganadería la publicación, por la vía urgente, de la convocatoria pendiente de la ayuda que tiene comprometida con el seguro de los gastos derivados de la retirada y destrucción de animales muertos.

ASAJA de Castilla y León ha pedido a la Consejería de Agricultura y Ganadería la publicación, por la vía urgente, de la convocatoria pendiente de la ayuda que tiene comprometida la Junta de Castilla y León con el seguro de los gastos derivados de la retirada y destrucción de animales muertos. “El pasado junio tenía que haber sido publicada la convocatoria del periodo 2014-2015; no se hizo, y ahora estamos a dos meses de concluir una nueva campaña, así que son casi dos los años en los que el ganadero ha tenido que adelantar el dinero que debe la administración”, subraya ASAJA.

La organización profesional agraria advierte que además el tipo de explotaciones principalmente afectadas por este retraso pertenecen a sectores muy castigados por la crisis, el vacuno, el porcino y el cunícola, perjudicando igualmente a las explotaciones de ovino, caprino, equino y aviar. Según los cálculos de la organización profesional agraria, para una explotación profesional de vacuno o porcino esta subvención supone alrededor de unos 1.000 euros anuales.

Históricamente esta ayuda que la Junta aporta al seguro agrario y ganadero se descontaba directamente de la póliza de seguro, el mismo procedimiento que sigue el Estado, a través de la Entidad Estatal de Seguros Agrarios (ENESA). Hace unos años cambió el sistema, “lo que en el tiempo ha generado una situación atípica que no es buena ni para la administración ni para el agricultor, porque implica complicaciones, demoras y una burocracia tremenda a veces más costosa de sufragar que la propia ayuda que otorga”, estima la OPA. Por ello, ASAJA pide a la Consejería que modifique este sistema, para que tanto esta ayuda a la retirada como el resto de ayudas que otorga a seguros agrarios y ganaderos, se apliquen directamente sobre la póliza, sin necesidad de realizar convocatorias posteriores.