ASAJA de Castilla y León ha lamentado que con la aprobación hoy del proyecto de la presa de Castrovido (Burgos) se confirmen los peores vaticinios. Las permanentes críticas de los directamente afectados por el embalse, pueblos y agricultores, no han hecho si quiera mella en el propósito de la Confederación Hidrográfica del Duero y del Ministerio de Medio Ambiente de recortar a la mitad la capacidad prevista inicialmente para el pantano, lo que impedirá que se cumplan los objetivos para los que fue diseñado.

ASAJA de Castilla y León ha lamentado que con la aprobación hoy del proyecto de la presa de Castrovido (Burgos) se confirmen los peores vaticinios. Las permanentes críticas de los directamente afectados por el embalse, pueblos y agricultores, no han hecho si quiera mella en el propósito de la Confederación Hidrográfica del Duero y del Ministerio de Medio Ambiente de recortar a la mitad la capacidad prevista inicialmente para el pantano, lo que impedirá que se cumplan los objetivos para los que fue diseñado.

ASAJA considera que los tres fines con los que se proyectó esta presa, el abastecimiento de las poblaciones, la prevención de posibles riadas e inundaciones, y el riego de las 6.000 hectáreas acogidas a este pantano, no quedan garantizados con las dimensiones que finalmente se han aprobado.

La organización profesional agraria lamenta que los intereses políticos hayan podido más que el sentido común, y que se haya dado al traste con una obra que ya estaba aprobada y en ejecución con la aquiescencia y consenso de todas las partes y colectivos afectados, una obra que se convirtió en el caballo de batalla de Helena Caballero y por lo visto principal objetivo de su presidencia, puesto que abandonará el puesto poco después de la aprobación de Castrovido.