Conclusiones y ponencias de la Jornada organizada por ASAJA de Castilla y León y la Asociación de la Prensa de Valladolid, con el patrocinio de Caja Rural del Duero, el pasado 24 de febrero.

INAUGURACIÓN

Ignacio Ariznavarreta. Director de Comunicación de la Junta de Castilla y León

Mis primeras palabras han de ser de agradecimiento a las Instituciones que han tenido la feliz iniciativa de organizar esta Jornada de trabajo, debate y análisis, sobre una realidad siempre interesante para todos, cual es el PERIODISMO, LA COMUNICACIÓN Y LA INFORMACION, y en este caso, especialmente dedicada al sector económico agrícola. Felicidades a ASAJA, a la A.P.V. y a Caja Rural del Duero, y mi deseo para que esta sea además de una Jornada fructífera, la pauta que marque el camino sucesivo a otras Jornadas y actividades orientadas en este mismo sentido.

La primera cuestión o interrogante que les he de confesar me vino a la cabeza, cuando tuvieron la gentileza de invitarme a inaugurar esta Jornada, y sobre la que no tengo una respuesta clara totalmente, es aquella que hace referencia a poder afirmar la existencia de un periodismo agrícola especializado, que lo diferencie o distinga esencialmente de cualquier otra forma de periodismo, o si por el contrario, nos encontramos ante una materia especial y por supuesto sectorial, que exige de profesionales que la aborden y conozcan concienzudamente, para poder transmitirla con eficacia, claridad y rigor a los ciudadanos, sean estos de un tipo o de otro, estén o no directamente afectados por el tipo de información del que estamos hablando.

Las circunstancias actuales, los análisis que sobre estas cuestiones se han realizado, la propia realidad, determina que me incline claramente por la segunda de las alternativas planteadas, no por negación de la primera, sino por lógica de la segunda, ya que esta información no puede ser nunca concebida y realizada por unos pocos para unos pocos interesados en la misma, sino como información de un sector económico de primera magnitud, sobre todo en algunos territorios, que interesa por supuesto a un conjunto plural y amplio de ciudadanos, si se quieren comprender adecuadamente otras muchas cuestiones relativas a nuestro entramado económico, social, cultural, etc…

Me inclino manifiestamente por la información agraria para todos, que requiere como es obvio de mis palabras anteriores, un grado de especialización suficiente que permita transmitir esa información con conocimiento y veracidad.

Conviene también en este punto, no confundir el todo con la parte, ya que si el todo es la información agraria, la parte vendrá configurada por los soportes (Medios de Comunicación) a través de los cuales se transmita esa información, y sobre este asunto si que podemos admitir la existencia de medios de comunicación, de soportes claramente especializados frente a los generalistas o de información global.

Estas dos realidades, lejos de ser excluyentes de si mismas, han de complementarse en una sociedad moderna y competitiva, también en el mundo de la comunicación, como es hoy la castellano leonesa.

Deben existir, y de hecho existen, medios generalistas que abordan la información agraria como parte de un todo, y lo deben hacer también, como lo hacen con otras informaciones de otros sectores económicos y de actividad, con especialización y rigor.

Deben existir, y de hecho existen, medios especializados en información agraria, con destinatarios muy finalistas y determinados, que aborden la información agraria con la misma especialización y rigor, si acaso con la diferencia de la cantidad de espacio y tiempo destinado a estas materias.

Una vez hecha esta reflexión en voz alta, que no pretende ser crítica ni generadora de polémica alguna, se plantea en el programa de mano de la Jornada un objetivo para la misma: GENERAR UN DEBATE SOBRE LA IMPORTANCIA QUE LOS MEDIOS CONCEDEN A ESTA INFORMACION ESPECIALIZADA, CUALES SON LOS PROBLEMAS QUE ENCUENTRAN A LA HORA DE ELABORALA Y HACIA DONDE CONSIDERAN QUE SE ENCAM1NA PARA RESPONDER A LAS DEMANDAS SOCIALES.

No pretendo ni mucho menos contestar a estos interrogantes, ni suplantar de forma petulante a personas que van a ilustrarles de forma mucho más acertada que lo que puedo hacer yo, pero si de forma breve aportarles algunas de las opiniones que sobre alguna de estas cuestiones mantengo.

1.- En la actualidad y desde hace algunos años, es mucha la información que sobre el sector se produce en Castilla y León. No en vano ocupa y emplea a más de sesenta mil personas trabajadoras, es decir, más de sesenta mil familias, lo que puede suponer doscientas mil personas en total que dependen directamente de las producciones agrícolas. Según los últimos datos de afiliación, a 31 de diciembre de 2003 había por cuenta propia en régimen especial de la seguridad social agrario un total de 45.953 personas y por cuenta ajena 13.486. A ello hay que añadir el auge notable experimentado por la Industria Agroalimentaria en Castilla y León en los últimos años.

2.- La información agraria que en los medios de comunicación hace ya algo de tiempo ocupaba únicamente la sección Campo y se limitaba a espacios esporádicos o suplementos especiales en los propios medios, ahora se ubica diariamente en las páginas de los periódicos o en los espacios informativos con un latido permanente de la actualidad informativa. Hoy mismo, 24 de febrero, puede comprobar cualquiera de Uds. que muchos de los diarios de información general, así como emisoras de radio y televisión, recogen en sus informativos diarios, diversas noticias y aconteceres relativos al sector económico agrícola, a las asociaciones profesionales agrícolas, etc…

3.- La información agraria, no se limita exclusivamente a dar cuenta de la actividad de agricultores y ganaderos sino también comprende materias como la distribución, las plantas de transformación, nuevas industrias, etc., de tal forma que una información agrícola concreta tiene incidencia directa y afecta a otras cuestiones y sectores económicos. Incluso, mucha de la información agrícola y ganadera que se produce, tiene repercusiones fuera del contexto económico. Tal es el caso de la incidencia de las políticas agrícolas, ayudas, fondos, etc…, en el ámbito y medio rural castellano y leonés, su densidad de población, la existencia de actividades económicas complementarias, etc…

4.- La información agraria además se ha multiplicado, hay mayores fuentes de información a las que acudir muchas de ellas institucionales, y otras provenientes de las organizaciones agrarias, pero también de cooperativas, empresas, entidades financieras, etc. Sirva un ejemplo de prueba: no hay más que entrar en alguno de los principales buscadores de internet o investigar en portales específicos agrarios, para darse cuenta de que cada vez florecen más, uno de cuyos buenos ejemplos es “www.agrovía.com”, como podrán conocer ustedes en una posterior sesión.

5.- El sector agrario, los profesionales, deben recibir la información que precisan a tiempo ya que aquél está inmerso en el proceso de globalización, pero las decisiones se toman tan lejos del agricultor, que éste en muchos casos sufre sus consecuencias pero desconoce sus mecanismos y sus oportunidades. Por ello se han de mejorar los canales existentes para hacer fluir la información, que esta llegue a destino con rapidez, que se conozcan las decisiones de forma clara y casi al momento de ser tomadas las decisiones, tal y como sucede en otras áreas de actividad. En esta cuestión también despliegan un papel muy importante, los medios de comunicación.

6.- La lógica conclusión de todo lo afirmado, es que la información agraria aumenta porque hay una sociedad que la demanda A título personal les comento, que no he conocido ningún caso de contenidos informativos que se mantengan en el tiempo contra el criterio de la audiencia o de la sociedad (incluido por supuesto el mundo del corazón en los medios).

Precisamente, por ese peso propio y específico de la información agraria, se debe exigir cada vez más una mayor formación y especialización a los periodistas que se dedican a esta área o actividad, y este debe ser nuestro común reto, y por ello la Junta de Castilla y León viene apostado decididamente

Es igualmente necesaria también una mejora de la “información-servicios”. Es cierto que muchos medios informan semanalmente sobre los precios agrícolas en las lonjas de la región y las del resto de España, o al menos las que más afectan a nuestra Comunidad. También están presentes en los medios de forma periódica, informaciones de campañas sobre el cobro de ayudas, etc… llegando la información puntualmente al trabajador, pero el informante, el periodista, no debe limitarse a esta información enunciativa, casi institucional, que engloba precios, seguros, ayudas, cursos, etc, que es la que más abunda, sino que debe también insistir y abordar los aspectos más prácticos y útiles de esa información, que la convierta en una eficaz herramienta de su trabajo cotidiano. Si la información crece, y ese es un hecho objetivo, debe crecer también la “claridad” en la misma, sobre todo y especialmente, en todo aquello relativo a la Unión Europea y a la Política Agrícola Común.

La FORMACION Y ESPECIALIZACION DE LOS PROFESIONALES DE LA INFORMACION AGRARIA, junto con otras muchas colaboraciones imprescindibles, nos llevará a lo más importante, proporcionar una orientación a nuestros agricultores y ganaderos, facilitar el conocimiento necesario de la actualidad para poder realizar un análisis más exhaustivo de la situación, disponer también una orientación suficiente para los productores, que les permita “adivinar” aquello que puede suceder en el futuro.

Algo que sin duda muchos periodistas especializados en información agraria están logrando introducir en los medios de comunicación en los que trabajan.

Todo ello no sería posible, o incluso resultaría casi imposible, si no se cuenta y conciencia adecuadamente sobre estas cuestiones, a los editores y empresarios de la comunicación. Porque aumentar la información y la formación para este sector redundará sin duda en beneficio de la propia comunidad, y los medios de comunicación son un buen cauce para lograr todo ello, ya que la radio se introduce como por ósmosis en todos los hogares, la televisión es, para bien o para mal, una más en la familia, y en los medios escritos tenemos un buen instrumento para aportar reflexión, estudios, etc. Los poderes públicos, siempre han intentado que esto sea así, pero el esfuerzo ni puede ni debe ser únicamente unidireccional. Han de participar en él todos los agentes interesados, en definitiva la sociedad en su conjunto, medios, empresas, sector privado, sector financiero, etc…

La Junta de Castilla y León, en la actualidad, tiene establecidos acuerdos con distintos medios de comunicación escritos, periódicos regionales o grupos de periódicos provinciales, con las radios que operan en toda la Comunidad Autónoma y con las televisiones regionales, para incluir en sus diferentes parrillas de programación, espacios de información dedicados de forma especial a la información agraria, con independencia de los espacios informativos que de forma permanente recogen la actualidad del sector. Igualmente tenemos algún acuerdo específico con algunas publicaciones dedicadas al sector agrario y ganadero, en las que se analizan con mayor profundidad las cuestiones relativas al sector.

En definitiva considero, que los medios de comunicación de la Comunidad Autónoma, prestan una importancia suficiente, en el contexto general del tiempo disponible a la información regional, a la información específica agraria, si bien esta dedicación, no es ningún regalo ni prebenda graciosa de los propios medios, sino una clara correspondencia con la importancia que el sector tiene en la Comunidad Autónoma.

Sobre los problemas y retos que los medios encontraran en el futuro en este campo, me permito insistir ante todos Uds., en la formación adecuada y continuada de los profesionales dedicados a este tipo de periodismo, como única o fundamental vía de afrontarlos en un futuro con éxito. Pero sobre este particular debatirán hoy, y estoy seguro que aparecerán en la mesa debates en torno a las plantillas, al coste económico de la especialización, etc…, que por otra parte, son problemas que afectan también a otras áreas de la información de igual forma. Los medios de comunicación deberán convencerse del hecho más claro: igual que no existe el superhombre que entienda de todo, multidisciplinar, que como decimos en estas tierras, lo mismo vale a un roto que a un descosido, no existe, con los debidos niveles de calidad, el periodista que lo mismo habla o retransmite un partido de fútbol, que editorializa sobre la última decisión, recomendación o resolución adoptada por la Comisión Europea sobre Política Agraria Común, a instancias del Comisario de Agricultura.

Al final, el resultado es trabajar en lo que siempre se ha buscado en el periodismo, informar, formar y entretener.

Por último, la sociedad en su conjunto, debe conocer y valorar al agricultor, su profesionalidad, las funciones que desempeña y tendrá que desempeñar en el futuro en pro del interés general.

Difícilmente la sociedad valorará la importancia del sector, su función social y económica, su peso específico en el conjunto, si desconoce todo lo relativo al mismo.

De igual forma, difícilmente la sociedad se sentirá identificada o solidaria, no de forma coyuntural ante un determinado problema, sino de forma continua, con el sector agrícola, si desconoce su problemática y sus tintes característicos básicos.

Todo eso, hoy por hoy, sólo se consigue con información y comunicación, y con las características que antes se han descrito.

LAS FUENTES DE LA INFORMACIÓN

José Antonio Turrado. Secretario Gral. ASAJA Castilla y León

Hay sectores socioeconómicos del país que rara vez son noticia en los medios de comunicación, y que cuando lo son es muy a su pesar. No es el caso del sector agroganadero, que necesita de los medios de comunicación tanto para recibir información como para trasladar al resto de la sociedad y al sector político los problemas e inquietudes del mismo, algo que podríamos llamar en un sentido amplio las reivindicaciones.

Necesitamos estar informados

Que las gentes del campo necesitamos información específica y profesional es algo evidente. Un sector que depende en gran medida de los apoyos públicos en forma de ayudas o subvenciones, que están a merced de los aconteceres políticos, necesita una fuente de información sobre dichas ayudas, distinta de lo que es el tosco e inaccesible contenido del boletín oficial. Esta información ha de ser lo más veraz posible, clara y concisa, y la noticia de los medios de difusión general ha de ser una primera aproximación que nos despierte el interés por el contenido y nos oriente sobre cuestiones básicas, como puedan ser importes de ayudas, plazos y condiciones que han de reunir los beneficiarios. Por el periódico que se ojea en el bar del pueblo, por la radio que se escucha en el tractor, y en los últimos años por las televisiones locales a las que se les dedica el tiempo de la comida y la sobremesa, llega habitualmente al agricultor y ganadero la primera noticia de los múltiples temas que le interesan, y que después se amplia en las revistas profesionales normalmente de su organización agraria, en las consultas con técnicos de su sindicato agrario, o incluso en las ventanillas de la administración. Y hemos hablado de política agraria, de legislación, pero no menos importante es la información sobre precios y mercados para quienes tienen que vender productos agroganaderos cuando el boca a boca en la fragua y en las ferias ya no funciona como antes. También, algo tan cotidiano para la mayoría de los ciudadanos como saber el tiempo que va a hacer mañana o en la semana, que nos suele interesar únicamente para tener tema de conversación, es una información necesaria y fundamental para quienes como agricultores y ganaderos tienen un negocio a la intemperie todos los días del año.

Esta información es recogida por los medios de comunicación y las agencias de forma muy diversa, y en no pocas ocasiones es la administración la que la suministra, aunque sea de forma interesada y tratando de buscarle rentabilidad política. Las organizaciones agrarias también solemos generar información en este sentido, aunque suele mezclarse con contenido reivindicativo. Entiendo, y es una opinión muy particular, que no es el papel de una organización agraria informar sobre cuando va a pagar las ayudas la consejería. Entiendo que no podemos ser la portavocía del gobierno, y que difícilmente puede atribuirse desde una OPA como éxito propio lo que ha hecho o dejado de hacer una administración.

Los medios como caja de resonancia de las reivindicaciones agrarias

Al margen de ser fuente de información, la gran contribución de los medios de comunicación al sector agropecuario, es el ser caja de resonancia de sus reivindicaciones económicas y sociales, hasta el punto que podríamos afirmar que lo que no sale en los medios es como que no existe. Estoy seguro de que la mayoría de la información agraria se genera desde las organizaciones agrarias en comunicados o declaraciones que suelen estar marcados por el tiente reivindicativo, de crítica al poder y decisiones políticas, o de crítica al sector económico al que vendemos nuestros productos o compramos los medios de producción. Estas notas críticas suelen acompañar a declaraciones en encuentros con la administración, a posturas en mesas de negociación, a escritos dirigidos al responsable político de turno, pero no cabe duda que el objetivo fundamental es que salga en los periódicos, que se escuche en la radio, o que se vea en las televisiones. Y es este el objetivo porque sabemos de la gran preocupación de los responsables políticos cuanto las crítica a su gestión llegan a los medios de comunicación generalistas. Tampoco cabe duda que la información sobre política agraria que no fluye del mundo de las organizaciones agrarias, viene del de la administración, precisamente como réplica o contrapunto.

No siempre el sector es entendido por los medios de comunicación a la hora de hacerse eco de estas quejas o reivindicaciones. A veces detectamos falta de interés, de sensibilidad, otras veces falta de medios para cubrir noticias, y lo cierto es que vemos como lo nuestro cede terreno a favor de otros temas que quizás interesen a mayor número de ciudadanos. A veces nuestros esfuerzo para que nuestros comunicados aparezcan en los medios no da fruto, y por el contrario vemos que le es muy fácil a un alto cargo del poder político aparecer en los medios haciendo unas declaraciones dónde y casi cuando quiera.

Las noticias agrarias no están en las tertulias, no están en los artículos de opinión, y cuando están casi siempre es en negativo y criticando los “muchos apoyos públicos” que llegan al campo. También se detecta una tendencia a relegar las noticias agrarias a programas específicos de campo, que se producen cuando alguien los esponsoriza. En este caso, la información suele estar más trabajada, y sin duda es de mayor calidad, algo que agradece el agricultor y ganadero, pero no cabe duda que esto no es bueno si lo que queremos es influir en la sociedad y en las fuerzas sociales, políticas y económicas.

El papel de las organizaciones agrarias

Pocas organizaciones sindicales o empresariales destinan tantos medios humanos y económicos a los gabinetes de prensa o comunicación como destinan las organizaciones profesionales agrarias. De ellas entiendo se nutre mayoritariamente los periodistas, que además de acceder a los propios comunicados, recaban datos, testimonios y declaraciones de los líderes. Gabinetes de presa que están utilizando con éxito las nuevas tecnologías, y en concreto las ventajas que ofrece Internet para difundir las noticias.

El campo sigue siendo noticia

Cabría pensar que conforme se va reduciendo el número de efectivos en el campo, lo que se escribe sobre agricultura y ganadería tienen menos destinatarios, y que en un determinado bajo porcentaje de población activa en el campo ya no compensa ni merece la pena tratar los temas agrarios. Aun pudiendo ser esto verdad, desde los medios de comunicación social no puede olvidarse precisamente ese “cometido social” y de servicio público que a veces tiene que ser tan fuerte como para dejar los números y el dinero relegados a un segundo plano, por lo que reivindicamos ser noticia cuando lo seamos y que no se nos ignore por el hecho de ser pocos.

Pero no nos olvidemos, los temas agrarios suelen interesar a mucha más gente de la que vive directamente del campo. Le interesan a quienes tienen negocios relacionados con la agricultura y la ganadería, le interesan a las decenas de miles de jubilados del campo, a los hijos de nuestros agricultores y ganaderos, a los centenares de miles de ciudadanos que son propietarios de fincas rústicas, a quienes acertadamente asocian agricultura y ganadería con desarrollo del medio rural, y en definitiva, los temas del campo le interesan a todos los que todavía creen que sigue habiendo vida más allá del cinturón de las ciudades.

A modo de resumen

•El campo y sus gentes necesita de los medios de comunicación social para informarse de temas específicos que le interesan, pero sobre todo para canalizar sus reivindicaciones.

•La información que fluye del campo, lo hace desde el mundo de las organizaciones agrarias, que conscientes estas de la importancia de una eficaz transmisión de la información, no escatiman esfuerzos en sus gabinetes de prensa y accesibilidad de sus líderes a los medios.

•La información más técnica y profesional llega al sector a través de revistas especializadas editadas por las propias organizaciones agrarias.

•Internet se ha convertido en una importante herramienta tanto para comunicarse con los medios, como con los propios agricultores y ganaderos.

•Las fuentes de información desde el poder político son muchas veces contrainformación a la ofrecida desde las organizaciones del sector.

•La información agraria se ha de entender también como un servicio público, por lo que ha de estar presente a pesar de los números, es decir, aunque no sea económicamente rentable para el medio.

•La televisión y la radio cubre un importante espacio en un sector poco acostumbrado a leer, ciertamente envejecido, que espera recibir las noticias de la forma que le resulta más cómoda. Y son sobre todo las televisiones las que dan a conocer a todos los agricultores y ganaderos la imagen pública de los representantes del sector.

Y formulo una serie de deseos:

•Que siga habiendo en Castilla y León medios de comunicación independientes, tanto públicos como privados.

•Que las noticias las seleccionen los profesionales, y no los directivos de publicidad, unos profesionales que conocerán el sector agrario si se toman interés por el mismo y en su puesto de trabajo tienen estabilidad ocupándose de esta materia.

•Que puedan convivir los espacios agrarios en los medios, con la presencia de noticias agrarias en páginas o espacios de información general.

•Que la noticia agraria sea algo más que el sensacionalismo: es fácil colar en los periódicos la noticia de una tormenta de granizo que ocasiona daños en un viñedo, pero es difícil sacar una noticia sobre las consecuencias de una decisión de política agraria.

•Que temas más de moda como el desarrollo rural, la industria alimentaria, el medio ambiente… no desplacen en la información a los temas estrictamente agrícolas y ganaderos.

•Que entre todos despertemos en nuestros agricultores el interés por consultar todas las fuentes de información posible, porque contribuyamos a una mayor formación técnica y desarrollo del conocimiento y la cultura de las gentes del campo, y en especial de nuestros jóvenes agricultores. Si nuestros jóvenes agricultores compran y leen periódicos, escuchan informativos de radio teniendo en cuenta la pluralidad de cadenas, y se informan en las muchas y competitivas televisiones, seguro que además de estar bien informados para tomar las decisiones que profesionalmente más le convengan, se defienden también mejor en este mundo tan competitivo y son sin duda más libres.

RESUMEN PONENCIAS NO ENTREGADAS POR ESCRITO

Antonio Imizcoz. Ex jefe de Prensa del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación)

La Administración como fuente de información agraria

Hay dos tipos de agentes que influyen en la información agraria:

– Institucionales, dentro de los cuales se encuentran:

oMinisterio de Agricultura, Pesca y Alimentación

oUnión Europea

oComunidades Autónomas

oOPAS

– Medios de comunicación:

oGeneralistas

oEspecializados

Desde el Ministerio se hizo un planteamiento hacia estos agentes:

oMedios de Comunicación

Consideraron que hacía falta una política de mayor transparencia. Esta transparencia se basaba en dar más y mejor información. Así aumentaron el número de notas de prensa (en torno a 500 al año), las entrevistas, artículos y declaraciones. La mejor información la daban a través de páginas específicas de información agraria en los medios nacionales (cuando empezaron solo tenía sección en ABC, actualmente la tienen todos). También se desarrolló EFE AGRO y AGROSFERA.

oLa Unión Europea

Desde el Gabinete de Prensa se plantearon un cambio de actitud basado en tres pilares: una voz propia, acciones diferenciadas y una información permanente

oLas Comunidades Autónomas

Convirtieron las Conferencias Sectoriales en participativas (feedback entre el ministro y los consejeros de cada comunidad autónoma), decisorias (se hablan las posturas a defender en la Unión Europea) y se les dotó de carácter itinerante lo que permitía involucrar a los presidentes en la política agraria.

oLas OPAS

En este ministerio, contra lo que ocurre en otros, siempre se tiene en cuenta la una presencia indeterminada: “El sector”. Es el sector el que saca a la gente a la calle, el que impulsa un decreto, y hay que tenerlo en cuenta.

Con las OPAS; se decidió mantener reuniones temáticas, dotándoles de una importancia creciente y una atención específica (incorporaron un asesor específico para las OPAS que conocía su funcionamiento interno y que transmitía las inquietudes de las mismas)

La relación con los medios se planteó en torno a tres ideas:

oLos medios de comunicación tenían una especialización en materia agraria escasa o nula.

Tenían la creencia de que el MAPA era un Ministerio de perfil bajo, por ello la información agraria era atendida desde otras secciones como local o economía y cubiertas por redactores ocasionales, sin conocimiento específico del tema.

oExceso de respeto institucional por parte del Ministerio.

El MAPA tenía una mentalidad funcionarial, una jerarquización y percepción negativa de los medios de comunicación.

oDesconfianza de los Medios de Comunicación a lo proveniente de la Administración.

Los medios tenían la creencia de que el Gobierno siempre mentía. Además aparece una generación de periodistas con afán de notoriedad que creían que había algo debajo de las alfombras. A todo ello había que sumarle los intereses políticos de cada medio de comunicación.

Desde el Gabinete del Ministerio se pretendió “poner de moda el Ministerio de Agricultura”. Para conseguirlo se requiere: una mayor transparencia informativa, una motivación de los altos cargos y la búsqueda de portavoces válidos, para generar una corriente de información satisfactoria (el caso del profesor Badiola).

Gestión de las crisis:

oLas crisis son graves porque se trabaja con material sensible (afecta a personas, familias, empleo…) y puesto que requiere una atención preferencial basada en defender a la sociedad en general y a los agricultores en particular. Su periodo de trabajo en el MAPA se caracteriza por seis años de crisis continuas, entre las que destacan: las agresiones a los camiones en Francia, la OCM del aceite de oliva, la huelga de transportes de 1997, el caso del lino, los pollos con dioxinas, la subida del precio del gasóleo, las vacas locas, la ruptura del acuerdo pesquero con Marruecos, la fiebre aftosa, el aceite de orujo…

oLa respuesta general de los medios hacia la crisis era de ignorancia con respecto al tema y de desconfianza. A esto había que sumarle los intereses de cada medio de comunicación.

Apuesta por las relaciones públicas del ministerio:

Se hace un esfuerzo de trasmisión de la realidad española. Algunos ejemplos son:

oLa visita del ministro Fischler a las zonas españolas productoras de aceite, en relación con la OCM del aceite de oliva.

oLa promoción de la dieta mediterránea por el vínculo que tiene con los alimentos españoles

o¡Lo que comen estos ministros!, una imagen para trasmitir seguridad en momentos de crisis alimentaria. Por ejemplo, Arias Cañete comiendo un chuletón durante la crisis de las vacas locas.

En resumen:

En materia de información agraria la sociedad española necesita unas relaciones fluidas entre los periodistas y las fuentes de la información, una responsabilidad por ambas partes, y una especialización, así se ofrecería un mejor conocimiento sobre la materia.

Vicente de Santiago. Subdirector del Departamento de Redacción de EUMEDIA

La Prensa Especializada

En cuanto a la información agraria en la prensa escrita, destaca cuatro puntos:

oTodo es mentira

Mienten las fuentes de información, mienten también los medios sobre las tiradas, sobre los precios de la publicidad,

Destaca la existencia en los medios de comunicación de una competencia desleal. Por ello reclama una mayor transparencia y las mismas premisas para todos los medios.

En este sentido, distingue entre tres tipos de revistas:

-Las creadas por particulares con el único fin de lucrarse

-Las revistas institucionales. Dependen de la persona que dirija la administración en ese momento

-Las revistas comprometidas; formadas por profesionales que buscan ayudar y formar a sus lectores

oGastos, gastos, gastos

La prensa escrita tiene tres tipos de gastos:

-de producción

-de envío de los ejemplares

-de personal, plantilla que trabaja en la publicación

El 85 por ciento de los beneficios obtenidos en el grupo EUMEDIA corresponden a estos tres tipos de gastos. Sólo el 15 por ciento restante son beneficios (si las cosas van “más o menos bien”).

Un medio agrario no puede depender exclusivamente de los beneficios por publicidad, hoy en día son imprescindibles las suscripciones. El 40 por ciento de sus ingresos llegan por esta vía, lo ideal sería ampliarlo un poco pero no es fácil. Su target (público objetivo, personas en España dispuestas a pagar 100 euros por una suscripción) es de 40.000-50.000 personas, y tienen ya 20.000 suscripciones, un porcentaje elevado.

El problema de la publicidad agraria es que es un sector difícil al que hay que conocer muy bien. Se tiene la sensación de que es un chollo, pero revistas llenas de anuncios en realidad cobran muy pocos de ellos. Fracasos como el de Canal Rural o el de El Campo Hoy prueban la dificultad de este mercado. Agronegocios ha tardado 5 años en ser rentable.

oUn medio / un grupo

Para sobrevivir en el sector de la prensa y más concretamente la prensa agraria especializada es imprescindible pertenecer a un grupo, y contar con varios proyectos que den estabilidad económica.

oEl futuro: información personalizada

Han decidido crear un grupo, no sólo un medio. EUMEDIA, además de las revistas Vida Rural, Mundo Ganadero y la nueva Origen (sobre alimentación) y el periódico Agronegocios, se ocupa de un portal en Internet, tres boletines de información de empresas, libros etc. Actualmente, los boletines ingresan en el grupo el 20 por ciento de sus beneficios.

Para él, el futuro será una información especializada y a medida del lector, boletines que agrupen los temas concretos de su interés.

Susana Cuevas. Responsable de Contenidos de Agrovía.com

Agrovía.com y la información agraria por internet

Antes de la aparición de este portal de Internet, EFE era el principal proveedor de información agraria. Con Agrovia.com se abría una ventana a nuevos clientes de la agencia, ya que EFE sólo era apto para medios de comunicación y con Internet, se amplía el público a empresas y particulares.

En 1998 se crea Agrovia.com, portal está pensado para dinamizar la información agraria. Lo forman doce profesionales, cada uno encargado de un sector específico. el número de visitas son 100.000 al mes. Un 70 por ciento de los usuarios son empresas y organismos y el 30 por ciento restante son miembros de la cadena agroalimentaria. La página divide la información en sectores, elementos que influyen en esos sectores y otros espacios como turismo rural, calidad agroalimentaria patrocinada por el MAPA, medio ambiente que incluye un espacio de entrevistas y otro de opinión, en los que participan las OPAS.

Cuenta con dos actualizaciones: una a primera hora de la mañana y otra en torno a las 16:30 horas.

Reciben una media de 300 e-mail al día. Es fundamental la labor de filtrado y análisis de la información.

En la sección “El sector informa” dan todos los comunicados que llegan desde el Ministerio y las OPAS.

Hay espacios para alimentación y empresas. Las empresas que se publicitan intentan en ocasiones presionar en las informaciones, pero nunca se ha dejado de hablar sobre un tema.

Destaca que, detrás de las informaciones sobre salud alimentaria, se suelen encontrar motivos económicos de determinadas empresas o sectores.

Apunta una clave para el futuro, que las empresas asuman la responsabilidad de los contenidos en internet, entre otros motivos porque está en peligro tanto la profesión periodística como la calidad de la información.

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CONCLUSIONES DE LA JORNADA

-La información agraria interesa a muchas más personas de las que directamente dependen del sector. No se trata sólo de las cerca de 200.000 personas (incluyendo trabajadores y familias) que dependen directamente de las producciones agrícolas, sino también de las industrias agroalimentarias, sino también de quienes tienen negocios relacionados con la agricultura y ganadería, de las decenas de miles de jubilados del campo, los hijos de agricultores y ganaderos, los centenares de miles de ciudadanos que son propietarios de fincas rústicas, a quienes asocian agricultura y ganadería con desarrollo del medio rural, etc.

-Además, esta información puede propiciar que el resto de la sociedad se sienta identificada o solidaria con el sector agrícola, no sólo de forma coyuntural ante un determinado problema sino de forma continua. En este sentido, la falta de conocimiento profundo sobre el sector puede llevar a calificarlo como un sector “pedigüeño” o subvencionado, a pesar de que muchos otros sectores están en una situación similar, y olvidando el carácter de compensación por la bajada de precios que tienen las ayudas de la PAC.

-De cualquier forma, los datos disponibles hablan de que el espacio dedicado a este tipo de información en los medios de comunicación de la región es considerable. No sólo por existir suplementos o espacios específicos, semanales o diarios, en bastantes medios, sino porque las noticias agrarias ocupan un porcentaje importante de la información diaria. La pérdida de activos en el sector no impide que la agricultura y la ganadería siga teniendo una gran importancia socioeconómica en la Comunidad Autónoma.

– Al trabajarse en este ámbito informativo con material sensible (la alimentación afecta a toda la población), hay que extremar la preparación de los profesionales y la calidad informativa, contrastando debidamente las fuentes. Además, existe el riesgo de que los temas agrícolas sólo tengan un tratamiento informativo relevante en estas situaciones de crisis. No obstante, la noticia agraria es, ante todo, noticia. Y raro es que una noticia positiva abra un informativo.

-Es importante que haya un caudal constante de información agraria, que al afectar a tantas personas ha de tener cierta vocación de servicio público. Esta información debe ofrecer tanto aspectos prácticos y útiles para el sector (información de servicios) como las reivindicaciones y opiniones. En este sentido, se echa de menos la existencia de tertulias y espacios de opinión dedicados al sector, así como tiempo para desarrollar más temas o historias de interés humano.

-La pujanza de otras áreas relacionadas, como el desarrollo rural, la industria agroalimentaria, el medio ambiente, no tiene por qué desplazar a la información específica de temas agrícolas y ganaderos, sino que debe de ser complementaria.

-Respecto a las fuentes, los periodistas destacan la Administración ha de proporcionar información continua y fidedigna, que no obedezca a intereses políticos. A pesar de que existe un volumen considerable de información patrocinada, los periodistas dicen no sentirse presionados en exceso por la Administración, que se hace notar más esa presión cuando se trata de empresas. En este sentido, se destaca el peligro que el futuro puede venir de las presiones de grupos económicos, especialmente en temas que afectan a la salud agroalimentaria.

-Se hacen notar las dificultades de este mercado publicitario, y también la poca costumbre del sector productor de pagar por la información: la mayor parte de las publicaciones de las que se abastece son gratuitas.

-En cuanto a las organizaciones agrarias, se destaca su poder de dinamizar este tipo de información, a través de la reivindicación, así como su accesibilidad y rapidez de respuesta. Por su parte, las OPAS valoran a los medios porque son capaces de llegar a sus socios, en un medio muy disperso; destacan la importancia de la radio y la televisión, al tratarse de un sector muy envejecido y poco lector. En el futuro, la información jugará un papel clave para los jóvenes que quieran ser competitivos; internet es y será aún más una herramienta imprescindible.

-Respecto a la especialización de los periodistas, es deseada tanto por las fuentes (la Junta, las OPAS) como por los profesionales. Pero la realidad (escasez de plantillas, ritmo de trabajo, objetivos empresariales) impiden que se lleve a la práctica, lo que resiente la calidad informativa en ocasiones.

-Como ocurre en otras áreas informativas, la avalancha de información institucional, de noticias “precocinadas”, junto con la falta de tiempo y de medios, hace que la iniciativa del profesional a la hora de buscar información esté muy limitada. En este sentido, se advierte sobre la necesidad de filtrar y analizar los comunicados.

-Respecto a internet, un campo en desarrollo, se apunta la necesidad de que siempre haya empresas o personas con nombres y apellidos que se responsabilicen de los contenidos. Está en juego tanto la profesión periodística como la calidad de la información.

-Por último, y a pesar de que aprecian que, entre algunos profesionales, impera un cierto desprestigio de este tipo de información, los periodistas agradecen el mayor dinamismo y libertad que ofrece este campo informativo, en el que “pasan cosas”: hay manifestaciones, hay crítica…