¿Dónde está la simplificación de la PAC?

De nuevo el comisario de Agricultura de la UE marca como objetivo simplificar la PAC. ¿Será verdad esta vez?

Eduardo de la Varga *

Según el Consejo de la Unión Europea “La simplificación de la Política Agrícola Común (PAC) es parte de la estrategia general de la UE para legislar mejor. La UE pretende simplificar y reducir su legislación en la medida de lo posible, reduciendo la burocracia y la carga normativa sobre empresas y ciudadanos”. Simplificación que se inició en el 2006 y que ha continuado en el 2013.

La PAC en España se ha gestionado desde el año 1992, siendo tramitada por entonces de forma manual (de otra forma era impensable en aquel momento) en una serie de impresos autocopiativo, que paradójicamente en número eran inferiores a los utilizados en 2015. A finales de los años noventa comenzamos a tramitar la solicitud con medios informáticos, posteriormente surgió el SIGPAC, y desde el año 2007 se han presentado el expediente de forma telemática.

En todos estos años toda la gestión de las solicitudes ha ido avanzando con las nuevas tecnologías, igual que han ido avanzando los agricultores y ganaderos en sus explotaciones, adaptándose rápidamente a cada una de las reformas (1992, 2000, 2003 y 2013). Pero, al menos a mi entender, ninguna de estas reformas ha reducido la burocracia.

Un ejemplo claro para dudar de esta “simplificación” es que mientras en las primeras reformas las ayudas que percibían los solicitantes por regla general se cobraba en el mismo ejercicio de la solicitud, en la actualidad es una lotería cobrarlas dentro del año, e incluso dependiendo de la comunidad donde lo tramites puede ser aún peor que en la nuestra.

Los agricultores y ganaderos están recibiendo a cuentagotas las ayudas. Además, las resoluciones de pago suelen ser virtuales dado que el correo ordinario es residual actualmente, no teniendo los afectados una certeza y una previsión económica clara para la actividad que desarrollan.

Lo que sí está claro es que jamás han estado tan controladas las ayudas, porque se realizan cruces informáticos de todo tipo que pueden conllevar una penalización. Parece que a priori se les trata como unos “cazaprimas”, cuando lo que en realidad hacen es producir alimentos de calidad.

Las administraciones deberían poner más empeño en resolver antes los expedientes que en penalizar. Porque algo está fallando, si con los sucesivos anuncios de simplificación, con los medios con los que contamos en la actualidad, con las oficinas virtuales, con la reducción del número de expedientes  y con la infinidad de registros telemáticos se tarda más en resolver un expediente que en los años noventa, cuando se hacía todo con papel y lápiz.

* Eduardo de la Varga es técnico de ASAJA-León

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